Indemini Báez Chocolate by Chez Tiff Artesanal
¿Qué debes saber?
- Desde el 2002 el suizo Bertrand Indemini junto a su esposa ecuatoriana Cristina Báez, impulsan este rincón en el Centro Histórico de Quito, principal lugar turístico de Quito, que se ha convertido en un santuario para los amantes del chocolate ecuatoriano.
- Desde el 2011 trabajan con chocolate de origen, específicamente el cacao Arriba de la finca Limón en la provincia de Cotopaxi. Desde entonces, han estado desarrollando el chocolate a partir del grano de cacao de esta finca, utilizando buenas prácticas agrícolas y produciendo colecciones exclusivas de pequeñas fincas con cacaos nacionales o cacaos silvestres.
- La chocolatería está ubicada en la calle de las 7 cruces, entre Manabí y Olmedo. La Estación de San Francisco del Metro de Quito se encuentra a 600 metros del local.
- Ofrece visitas guiadas para explorar el proceso de elaboración de sus chocolates que conservan las técnicas de la confitería quiteña y los secretos de esta familia que por generaciones cultiva la cultura del chocolate.
- Ofrece además la degustación de una gran variedad de sus productos que se elaboran con los principios de comercio justo y sostenibilidad, que aprovechan al máximo los ingredientes ecuatorianos.
- Atiende de lunes a viernes de 10h00 a 18h30 y los fines de semana de 11h00 a 17h00.
- La estación de San Francisco del Metro de Quito, está a 700 metros de la chocolatería.
Ubicada en el corazón del Centro Histórico de la ciudad de Quito, la pastelería y chocolatería artesanal Chez Tiff es mucho más que un simple establecimiento gastronómico. Es un lugar donde se promueve el turismo vivencial, una experiencia única que combina el placer de degustar exquisitos chocolates con el aprendizaje sobre la historia del cacao en Ecuador.
El emprendimiento, liderado por Bertrand Indemini y Cristina Báez, fusiona el conocimiento suizo en repostería con la pasión ecuatoriana por el cacao. Desde hace más de 15 años, este establecimiento familiar ha sido un referente en la escena chocolatera de Quito, atrayendo a visitantes locales y turistas de todo el mundo.
La historia de Chez Tiff se remonta a sus inicios, cuando Bertrand y Cristina comenzaron como una modesta pastelería con un horno y una visión clara: explorar el potencial del cacao ecuatoriano. Con el paso del tiempo, su interés por este "manjar de los dioses" creció, llevándolos a investigar a fondo sobre la historia y la producción del cacao en Ecuador.
En el local, los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en el fascinante mundo del chocolate. Ya sea que formen parte de un grupo organizado con guías turísticos o que simplemente se acerquen por curiosidad, todos son recibidos con una cálida bienvenida y una explicación detallada sobre los diferentes tipos de cacao y los procesos de elaboración del chocolate.
Una de las características más distintivas de Chez Tiff es su enfoque en el turismo vivencial. Aquí, los visitantes no solo pueden degustar una amplia variedad de chocolates artesanales, sino que también tienen la oportunidad de presenciar cómo se elaboran estos exquisitos dulces. Desde la selección de los granos de cacao hasta el proceso de confección de las barras de chocolate, cada paso es una lección en sí misma.
Además de su compromiso con la calidad y la excelencia en la elaboración del chocolate, Chez Tiff también se destaca por su compromiso con la sostenibilidad y el comercio justo. La empresa trabaja en estrecha colaboración con agricultores locales, asegurando que el cacao utilizado en sus productos se cultive de manera responsable y respetuosa con el medio ambiente.
El Taller del Cacao es otro aspecto destacado de la experiencia en Chez Tiff. Aquí, los visitantes pueden participar en sesiones interactivas donde aprenden sobre los diferentes tipos de cacao, su origen y sus características. Es una oportunidad única para profundizar en el fascinante mundo del chocolate y apreciar la labor artesanal que hay detrás de cada barra.
La tienda también ofrece una amplia variedad de productos derivados del cacao, como bombones rellenos, trufas, galletas y pasteles. Cada uno de estos productos es elaborado con cuidado y dedicación, utilizando ingredientes de la más alta calidad y técnicas tradicionales de pastelería.
En resumen, Chez Tiff es mucho más que una chocolatería. Es un destino turístico en sí mismo, donde los visitantes pueden sumergirse en la rica historia y tradición del cacao ecuatoriano mientras disfrutan de deliciosos chocolates artesanales. Es un lugar donde el placer gastronómico se combina con el aprendizaje y la exploración, creando una experiencia inolvidable para todos los que lo visitan.
Otras rutas gastronómicas
- Si te gustó este lugar gastronómico, recuerda que en la calle de las siete cruces, también puedes visitar: Secos de chivo de David, los Poncheros de carreta, la Casa de Manuela, la Cafeteria Modelo, el San Ignacio Restaurant y los Cucuruchos de maní y Confitería del Gato.
- Si te gustó esta ruta gastronómica de las siete cruces , recuerda que puedes tomar otras rutas que exploran la gastronomía del centro historico: San Francisco, Loma de San Juan, Plaza Grande, San Blas, la Tola y el Itchimbia, la de los Teatros, la de La Ronda y si visitas Quito en Semana Santa, la ruta de la Fanesca.
- Por si fuera poco no olvides recorrer las rutas de los mercados de Quito y la de las huecas quiteñas que repasan todos los sabores de la comida típica de Quito.
- Ahora bien, si lo tuyo son los recorrido de oficios tradicionales, recuerda que desde el Arco de la Reina puedes hacer otros recorridos de oficios que exploran la Calle de las 7 cruces, La Ronda, Santo Domingo y San Marcos y San Roque.
- Y si tu pasión es por los sabores del chocolate, recuerda que hay una ruta para catar chocolate que recorre Chez Tiff Artesanal, República del Cacao, Chocolate artesanal Yumbos, Casa de experiencias Paccari y La Cuchara Ecuadorian Galler.
- Y si te quedaste con ganas de comprar artesanías, recuerda que Quito tiene una ruta de lugares donde comprar recuerdos de viaje.
#PichinchaEsTurismo
- Si ya te surtiste con varias bolsitas de mistelas, te cuento que te harán mucha falta, cuando subas al mirador del Panecillo o del teleférico de Quito o porque no del de la Mitad del Mundo, desde los cuales podrás apreciar la belleza de la primera ciudad declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
- Como seguró compraste un surtido cargamento de golosinas, aprovecha su energia para explorar el noroccidente y nororiente de Quito, donde te espera el Chocó Andino, el bosque Jerusalém, el bosque protector Mashpi, la Reserva Cayambe - Coca, el Pululahua y el mítico Cochasquí.
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