Sector la Estación

¿Qué debes saber?

• El edificio se inauguró el 01 de enero de 1925
• La regeneración del edificio empezó en enero de 2012 a cargo de Ferrocarriles del Ecuador.
• En la actualidad se consolida como un espacio de encuentro donde se realizan diferentes ferias, eventos artísticos y socio-culturales.
• Ubicado en el tradicional barrio de Riobamba La Estación. 

Estación del Tren y Plaza Alfaro

Con la llegada del ferrocarril y por la importancia de la posición geográfica dentro del ámbito nacional, Riobamba pasó a ser el punto estratégico entre Quito y Guayaquil; fue además el sitio de descanso de pasajeros, turistas y comerciantes que se desplazaban entre la costa y la sierra. Es así que se generó una rápida capitalización de la economía local que fomentó la implantación de fábricas, grandes comercios, el inicio de la hotelería y la formación de la banca.

En septiembre de 1917 el presidente Baquerizo Moreno enfrentó la ejecución de la obra rectificando la línea del ferrocarril por Riobamba, consiguiendo la construcción de la nueva Estación Ferroviaria en base a los planos de los hermanos Russo; el edificio se inauguró el 01 de enero de 1925, desde esa fecha se convirtió en un lugar importante para la ciudad, en los años ochenta y noventa, el espacio estaba cercado con una malla metálica y una puerta para la entrada y salida del tren; en el 2004 se colocó un cerramiento de planchas de madera utilizadas como mural con hermosos diseños para el recibimiento de las candidatas a Miss Universo con sede en el Ecuador. Su regeneración empezó en enero de 2012 a cargo de Ferrocarriles del Ecuador y el miércoles 03 de octubre del mismo año se inauguró la obra de recuperación del edificio de la Estación. 

El lugar mostró una nueva imagen y tomó el nombre de Plaza Alfaro en honor al Viejo Luchador del cual se puede apreciar su busto en un costado de la Estación; posee piso de adoquín, bancas elaboradas con los antiguos durmientes de la línea férrea; la plaza en la actualidad se consolida como un espacio de encuentro donde se realizan diferentes ferias, eventos artísticos y socio-culturales.

Dirección
Av. Daniel León Borja, calle Carabobo, Av. Unidad Nacional y calle Juan Lavalle.

Casa Bolívar

Se denomina así porque el Libertador Simón Bolívar, cuando regresó de su visita al majestuoso Chimborazo, pernoctó en la casa que fue de propiedad del coronel Juan Bernardo de León, un personaje de la Emancipación Política de Riobamba. Bolívar inspirado por la belleza del nevado escribió su obra Mi Delirio sobre el Chimborazo.

Actualmente en el lugar se encuentra una casa patrimonial donde funciona un restaurante en el que se preparan platos de la comida tradicional ecuatoriana.

Dirección
Calles Primera Constituyente y Vicente Rocafuerte.

Monumental Plaza de toros Raúl Dávalos

La Monumental Plaza de Toros Raúl Dávalos es considerada como una de las más antiguas del Ecuador, además se realizan eventos artísticos, sociales y culturales de la ciudad. Inaugurada en 1952 y reinaugurada en 1997.

Desde hace una década por este ruedo ha desfilado un interesante cartel de toreros nacionales e internacionales acompañados de importantes rejoneadores y lo más sobresaliente de la ganadería local. Por decreto municipal, Riobamba fue nombrada como la Capital Taurina del Ecuador, en las fiestas abrileñas y novembrinas se realiza el evento taurino Feria del Señor del Buen Suceso.

Dirección
 Avenidas Unidad Nacional y Miguel Ángel León 

Giralda Plaza

La Giralda Plaza forma parte de la Plaza de Toros Raúl Dávalos y pertenece al Centro Agrícola, en sus inmediaciones antiguamente se realizaban ferias agrícolas, en la primera década de este siglo se adecuó este espacio para el funcionamiento de locales de entretenimiento y alimentos & bebidas; constituyéndose en un importante punto de encuentro para jóvenes y adultos, está ubicado en pleno centro de la ciudad.

Dirección
 Avenidas Daniel León Borja y Miguel Ángel León.

Conoce un poco de sus leyendas riobambeñas

“Pero, te contaba del ferrocarril, que en su partida se llevaba el milagro de nuestros campos y a su regreso por las tardes nos permitía hacer gratuito tránsito desde la curva del ‘Metropolitano’ hasta su descanso final en los andenes. Allí venían las gentes de todas partes. Los muchachos aprendían otras geografías solamente viendo. 

Habían tantas y tantas cosas: desde miles de pescados de miradas ciegas que sugerían el espacio ilímite más allá de nuestros cerros; grandes cargamentos de frutas olorosas a campo caliente; hasta hablares singularmente extraños a nuestro medio [...]”