Puerto Velasco Ibarra en isla Floreana

Ubicada en la isla Floreana es un lugar donde historia y naturaleza se entrelazan. Desde su pasado como colonia penal hasta su rica biodiversidad, ofrece una experiencia única de turismo ecológico y cultural.

¿Qué debes saber?

  • Puerto Velasco Ibarra, en la Isla Floreana de Galápagos, es un remanso de historia y naturaleza.
  • Inicialmente una colonia penal ecuatoriana en 1832, hoy es un hogar tranquilo para alrededor de 150 residentes.
  • Velasco Ibarra es la cabecera cantonal de la parroquia Isla Santa María del cantón San Cristóbal, cuya cabecera cantonal Puerto Baquerizo Moreno, es además la capital de la provincia de Galápagos.
  • Apenas 4 hoteles (Wittmer lodge, El Pajas, Villa Floreana, Floreana Lava Lodge y los hostal Santa María y Cáctus) y 6 restaurantes (La canchalagua, Lelia´s restaurant y Lecocarpus Bar & restaurant, Post Office restaurant, Devil´s crow, Oasis de la Baronesa) operan en Floreana.
  • La iglesia y la pequeña escuela brindan el entorno comunitario. Sin embargo, carece de restaurantes o bares, proporcionando una experiencia auténtica.
  • El puerto es el punto de partida para explorar la isla Florena, ofreciendo un viaje pintoresco en chiva, un autobús abierto, hacia las tierras altas.

A través del exuberante bosque de Scalesia, llegas a Asilo de la Paz, un manantial donde se encuentra un santuario de tortugas gitantes. Floreana, la sexta isla más grande del archipiélago de Galápagos, abraza la riqueza natural y la historia entrelazada.

Geográficamente, Floreana mide 18 km de largo y 16 km de ancho, con una superficie de 173 km². Su altitud máxima, el Cerro Pajas, alcanza los 640 metros. La isla, llamada así por el primer presidente de Ecuador, Juan José Flores, es un crisol de vida. Entre diciembre y mayo, las playas son el hogar de flamencos rosados, tortugas marinas y pingüinos de Galápagos. La "Corona del Diablo", un cono volcánico sumergido, presenta fascinantes formaciones coralinas.

La historia de Floreana es tan intrigante como su paisaje. Desde el misterioso destino de sus primeros colonos hasta las leyendas de piratas y balleneros, cada rincón cuenta una historia. El buzón de correos en Bahía de los Correos, utilizado desde el siglo XVII, sigue siendo un punto de interés para los turistas. En 1835, Charles Darwin exploró la isla, dejando una marca en su rica historia.lob

La vida en Floreana es una armonía entre la agricultura y el turismo de naturaleza. Lugares emblemáticos como la Lobería, Playa Negra y Punta Cormorant atraen a los visitantes con su biodiversidad marina y terrestre. La Bahía de Correos, además de ser un lugar histórico, ofrece la oportunidad de participar en una tradición única de correo postal.

Explorar la parte alta de Floreana revela su esencia más prístina. El Cerro Allieri y el Cerro Pajas ofrecen vistas panorámicas y senderos para caminatas. La Galapaguera seminatural muestra los esfuerzos de conservación de las tortugas gigantes. El Mirador de la Baronesa y la Residencia de la Baronesa evocan intrigantes historias de la nobleza del pasado.

Floreana, con su combinación de historia, naturaleza y exclusividad, ofrece una experiencia única en Galápagos. Desde caminatas escénicas hasta encuentros con la vida silvestre, cada momento en esta isla es una aventura memorable. Sumérgete en la magia de Floreana y descubre su encanto atemporal en el corazón del Pacífico.




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