Toda esta historia está olvidada

Tuve  la oportunidad de conservar con la gente que llevo aquí por primera vez, gente que conocio como se formo la parroquia. Ellos me han contado que todo empezó en los años 1932-1933, con once familias liderado por Don Clodomiro Aguilar. Entre esas familias estaban los Yepez, Morillo, Tipaz, Perez, Lomas, Lucero y los Montenegro. Todos aventureros que querían conocer estas tierras inhóspitas, cenagosas, de montañas impenetrables, donde duramente nueve meses del año y solo se producían ocas y mellocos.

Al llegar a esta zona, estas once familias realizaron un recorrido y decidieron instalarse en el lugar donde estamos ahora, en el centro poblado de la parroquia Mariscal Sucre. Claro está que había otro lugar mucho más hermoso, como es la planicie del sector El Tambo. Pero consideraron que este aquí era el más adecuado porque había agua, una acequia que bajaba de la montaña.

Está gente para poder subsistir tenia que traer los granos y algunos vegetales de Monte Olivo y de la Purificación, en el cantón Bolívar. Hasta allí iban por el maíz, morocho, zapallo y los calabazos, llevando de acá las ocas y mellocos. Estos hacían intercambios de un mercado comunitario. Este contacto provocó que algunas familias de las que llegaron aquí se fueran luego a vivir a estas poblaciones, por allí encontraron un mejor clima y mejores productos para cultivar. También hay otras familias que emigraron por otras razones de trabajo o simplemente porque les ofrecieron mejores condiciones de vida en en otra parte.

Las familias que no emigraron y se quedaron a formar el pueblo, cuentan que a Don Clodomiro Aguilar se lo conocía como lo El Cacique. Este hombre, sin tener estudios superiores, solo sus autorizacion a partir de muchas lecturas y de su experiencia como tinterillo, conocía tan demasiado bien las leyes que era capaz de ganarle a cualquier abogado que le discutiera algún asunto legal.

Don Clodomiro Aguilar tubo 40 juicios en su contra. Todos los ganó sin valerse de ningún abogado, solo defendiendo el mismo con astucia. Resulta que cuando él se encontraba en los caminos con la persona que lo tenia demandado, la invitaba a conversar frente a otras personas y la hacía hablar más de la cuenta. Luego cuando llegaba el momento de la querella. Don Clodomiro Aguilar llamaba a quienes habían presenciado la conservación para que sirvan de testigos. Así le daba vuelta a los juicios.

Él como dirigente máximo de este pueblo tenía la facultad de deshacer. Por decir algo,si yo necesitaba un pedacito de terreno, lo unico que tenia que hacer era ponerlo de mi lado, llevando una gallina gorda y una botella de chancuco. La otro dia ya tenia mi lotecito, pero si la pasar el tiempo me enemistaba con él, ese lotecito me lo quitaba con la misma facilidad que me lo había dado.

Toda esta historia está olvidada. Hay gente importantísima  que no se la ha reconocido. Ellos ejercen puestos ad-honorem en él cabildo, que era la autoridad y con su plata y persona patrioticamente tenían que gestionar el desarrollo del pueblo. Cómo no recordar, por ejemplo a Pepe Landazuri, quien tenía una hacienda en el sector del Mirador y pagaba peones y organizaba mingas para la apertura del camino desde el sector Paja Blanca. Ya fuera del sector Urbano están las vías de comunicación por él Tambo y el sector Solferino Nosotros, por la herencia huaqueña que tenemos, hemos trabajado siempre en mingas.

Otra obra de tomar en cuenta fue la llegada de la luz eléctrica, lo que transformo a nuestar sociedad por que empezó a desintegrar las familias. Antes, cuando la noche era oscuridad total, nos reuniamos todos alrededor del¡ la tulpa a escuchar historias de nuestros abuelos y papas. Pero luego, cuando vino la luz eléctrica, las familias compraron la radio, la television, él equipo y desde entonces la fianl de las jornadas lo unico que hace es encerrarse cual en su cuarto a vivir una vida individual.

AUTOR: BOLÍVAR POZO PEREZ