Laguna Limpiopungo
Laguna de Limpiopungo
Laguna Limpiopungo Cotopaxi es un lugar destinado al turismo naturalista directo, en el lugar es posible realizar caminatas y disfrutar de la flora y fauna asociada; pero los cauces naturales han sido alterados, lo que le llevaría a la laguna a disminuir su caudal; el mismo que se ha mantenido gracias a la lluvia.
Desde la Laguna es posible observar las huellas que han dejado las antiguas erupciones volcánicas del majestuoso Cotopaxi; misma actividad que ha dado lugar a la formación de la Laguna de Limpiopungo.
La laguna de Limpiopungo es un lugar destinado al turismo naturalista directo, en el lugar es posible realizar caminatas y disfrutar de la flora y fauna.
- Laguna de limpiopungo ubicación - Parque Nacional Cotopaxi - Cantón Latacunga - Provincia Cotopaxi. Ubicada al nor-occidente del volcán Cotopaxi, a 3800 metros sobre el nivel del mar, en la ruta que se dirige al refugio José Rivas, su singular belleza cautiva a quienes tienen la oportunidad de visitar este sector. Sus claras pero gélidas aguas están rodeadas por pequeños cerros y colinas. Tiene un magnífico panorama para la fotografía en un marco de elevaciones como el Cotopaxi, el Sincholagua y el Rumiñahui. Aquí se puede observar una gran variedad de aves, rebaños de llamas y algunas otras especies de mamíferos, especialmente conejos y venados, entre otros.
- Laguna de limpiopungo como llegar A la laguna se llega, desde Quito, por la carretera panamericana dirección sur (Latacunga) hasta la entrada de El Chasqui del Parque Nacional Cotopaxi, a mano izquierda. Después de 8 km de pista de tierra se llega al control Caspi donde ya no hay que pagar entrada (ver pdf). La laguna de Limpiopungo se encuentra a unos 19 km del control. Si no disponemos de vehículo propio se puede acceder en autobús hasta cualquiera de las poblaciones cercanas, como Machachi o El Chasqui, y contratar una camioneta que nos subirá hasta la laguna por unos $15-20. También nos podemos apear del autobús en la entrada de El Chasqui, pero hay menos probabilidades de encontrar camionetas. En cualquier caso, antes de partir, hay que aprovechar para concertar la bajada a una hora determinada y negociar el precio.
- Laguna limpiopungo altitude 3.892 - 3.892 m.s.n.m.
- Limpiopungo significado “Puerta o lugar limpio”, libre de cenizas, lahares y rocas volcánicas.
- Laguna de limpiopungo turismo Una vez en la laguna las posibilidades fotográficas son infinitas y dependerán básicamente de nuestra imaginación y ganas de caminar. Para la clásica foto del Cotopaxi reflejado en la laguna es recomendable subir durante el verano (entre mayo y octubre), cuando el cielo suele estar azul. Es mejor hacerlo bien temprano, cuando no suele haber nubes que tapen la cima del volcán y el viento está en calma, haciendo que la superficie del agua de la laguna esté quieta y que el reflejo sea perfecto. En invierno (entre noviembre y abril) las posibilidades de realizar esta fotografía son menores y hay que cambiar un poco la idea de la foto clásica, centrándonos más en las formas y en los sutiles tonos plateados del cielo y el agua, que dan mucho de sí.
- Historia de la laguna de limpiopungo Es el resultado morfológico de los lahares del Cotopaxi; es decir que se ha formado por el derretimiento súbito del casquete de hielo y nieve, al ponerse en contacto con flujos piroplásticos y/o lavas. Esta laguna está en peligro de desaparecer debido a la desviación de sus fuentes hídricas de alimentación para labores de riego; esto ha ocasionado el rápido crecimiento del pantano cubierto con totoras que rodea buena parte de su orilla.
Las lagunas se encuentran en un ambiente de páramo cuya tierra es como una gran esponja que absorbe el agua lluvia y de la niebla que van poco a poco a parar en las lagunas. Es parte del Parque Nacional Cotopaxi, ubicada en las faldas occidentales del volcán. Se forma de las vertientes que llegan por las quebradas de Caracharcu, Santo Domingo, del agua de escorrentía y de vertientes interiores. De la laguna se desprende la quebrada umicorral que va a alimentar a la quebrada Chiriracu de la que sale un canal de riego que va hasta Santa Ana del Pedregal en cuyo trayecto da servicio a un sinnúmero de haciendas y fincas. Otro valor fundamental es el ser parte del Parque Nacional Cotopaxi que se extiende desde la sierra hasta el oriente, cubriendo aproximadamente una superficie de 33393 ha. Fue establecido según acuerdo interministerial No. 0259ª en agosto de 1975. Su nombre se debe al gran volcán activo de 5897msnm, de cuya última erupción en 1877 dejó el lecho que formó el río Pita. En sus bosque, pajonales y llanuras se puede encontrar lobos, venados, ratones, pumas, conejos y manadas de caballos salvajes, que en gran número pastan en estas planicies. El pumamaqui, el quishuar, romerillo, mortiño, paja, shanshi son algunas de las especies que se aprecian en torno a la laguna de Limpiopungo, además de curiquingues, gaviotas de páramo, quilicos y patos en su ambiente natural. El Rumiñahui, volcán de menor altura es también parte de este paisaje que encaja a la laguna en un hermosísimo ambiente de soledad y grandeza. Son tierras muy agrestes de difícil posibilidad de asentamiento humano, sin embargo es el parque más visitado del Ecuador continental, por la facilidad de acceso y la infraestructura con que cuenta. Turistas de todo el mundo llegan para coronar el volcán Cotopaxi y el Rumiñahui y a nivel nacional clubes de andinismo están de manera permanente en la zona. Uno está a cargo del refugio ubicado en la senda de asenso a la cima del volcán. Por el valle de Limpiopungo se supone que pasó el camino del Inca, de cuyo recuerdo queda un pucará, lugar de tambo y control que se ha restaurado, para incluirlo dentro de los sitios de visita del Parque.
- Leyenda de limpiopungo
El vigia de limpiopungo
Has estado alguna vez en Limpiopungo? Es una planicie al pie del Cotopaxi. Silencio y belleza caracterizan aquel lugar. Como sembradas por una mano invisible, aparecen por todos lados enormes piedras arrojadas por el temible volcán. La planicie y su pequeña laguna se encuentran encerradas en un cerco de colinas dominadas por el imponente Cotopaxi. En uno de los costados de esta muralla natural se destaca una gran roca. Se asemeja a un indígena en actitud de vigilancia. Cuando se la observa fijamente, parece que desea decir algo.
Los vecinos de esas soledades cuentan que a veces, cuando los viajeros ponen especial interés en la roca, sale de ella su alma, Rumiaya, y les relata su historia.
Rumiaya es un pastorcillo indígena. Grueso poncho de lana de llama lo cubre casi totalmente. Zamarros y gorro muy abrigados lo protegen del frío. Los ojos negros le brillan como cristales. Se parece a los campesinos que pueblan actualmente los sectores de Tigua y Sumbagua.
Se presenta ante los viajeros, los deslumbra con su mirada y empieza a hablar:
-Me llamo Rumiaya, el alma de la piedra. Vivo en la roca.
Ésta es una noche especial y puedo contar mi historia. Alguien ha puesto más atención de lo común en mi figura y eso produce mi liberación temporal.
Hace mucho tiempo, sólo los llamingos y los naturales andábamos por el monte. Aquí había una inmensa laguna; sus aguas llegaban hasta los mismos pies de esta gran roca.
En cuanto amanecía, sacaba a pastar las llamas y me sentaba en la orilla. Podía pasar horas enteras junto a mi laguna sin cansarme. Esta me llamaba, siempre me llamaba con el azul profundo de sus aguas. Yo la quería; su frío y su soledad eran mi encanto.
Cierto día, cuando la contemplaba embelesado, una de las llamas pequeñas se acercó mucho y cayó al agua.
Sin pensarlo dos veces, corrí a salvarla. Entré en la laguna y empecé a hundirme. Era como si el agua abriera sus brazos helados para recibir mi cuerpo.
Todo me daba vueltas y se hizo la oscuridad. Un terrible frío me invadió. Yo ya no era de esta vida.
De pronto, el gran dios de la montaña vino hacia mí. Con voz casi apagada imploré:
-¡Gran dios de la montaña, creo que voy a morir! ¡Qué será de mi amada laguna y qué hará mi alma sin verla! Si muero, ¡déjame junto a ella!
Con voz de viento, el gran dios susurró:
-Tu deseo será cumplido. Descansarás eternamente junto al agua en forma de roca. Pero ya que eres tan leal al páramo y a su laguna, mereces que tu historia se conozca.
Desde ahora serás Rumiaya, el alma de la piedra. Cuando alguien demuestre interés por ti, por descubrir lo que representas, tomarás la forma humana y contarás tu historia.
Alzó su rayo sagrado y me convirtió en roca. Mi amada laguna y yo estaríamos juntos para siempre.
Han pasado los siglos. Los dioses ya no andan como antes por el monte. Mi laguna se está secando. Cuando ella desaparezca, también lo haré yo. Rodaré por el barranco y me haré polvo.
Este día, viajeros, ustedes se han interesado por mí y he venido a contarles mi historia. El tiempo se acaba y debo volver a mi lugar.
Misteriosamente, como viene, Rumiaya desaparece en la noche, dejando tras de sí un aire de melancolía.
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