Barranco del río Tomebamba
¿Qué debes saber?
- El Barranco del río Tomebamba se encuentra en Cuenca, en las calle Larga, 12 de Abril, subida a El Vado y bajada de Todos los Santos.
- El barranco del río Tomebamba es el final de la segunda terraza que conforma la ciudad.
- Al lado del río Tomebamba se edificó esta zona con una vista espectacular vista al río Tomebamba. En las noches su vista es iluminada y verlo es disfrutar de una postal.
Barranco del río Tomebamba
En el Barranco, además de la vista espectacular, hay cafés y restaurantes para disfrutar una deliciosa velada mientras disfruta de una vista privilegiada. Hay oferta de gastronomía local e internacional, cocteles y postres. Además hay caminos iluminados para recorrer esta zona mientras disfruta del paisaje y la vista al río. Hay lugares con presentaciones de shows culturales y obras de teatro para disfrutar una jornada cultural.
El río Tomebamba y el Barranco son parte del patrimonio de la ciudad. Desde allí, se puede ver el patrimonio urbano de Cuenca. Cuenca tiene una temperatura de entre 10º a 20º C.
El límite natural sur de la Cuenca histórica fue por casi trescientos años el río Tomebamba. Desde la plaza central, la ciudad terminaba cuatro cuadras al sur, en la actual Calle Larga. Entre esta calle y el río hay un barranco que se extiende desde el puente de El Vado hasta el puente de El Vergel, distancia que se puede orillar a través de un paseo peatonal, un pasaje adoquinado que cruza por el famoso Puente Roto y se prolonga hasta el Complejo Arqueológico y Etnobotánico de Pumapungo
Recorrer el Barranco es como hacer un viaje por la historia de la ciudad. La travesía empieza con la vista, en lo alto, de la Cruz del Vado y la Casa de la Lira; el puente del Vado, los inmuebles republicanos de la Calle Larga que dan al Tomebamba, como la Casa de los Arcos, el puente del Centenario (construido cuando la ciudad cumplió cien años de su independencia), la entrada posterior del Museo Remigio Crespo, el museo del Centro Interamericano de Artesanías Populares (CIDAP), la escalinata que da al puente Mariano Moreno, y el popular Puente Roto (arrasado por la inundación de 1950).
Casi enseguida se encuentra Todos Santos, las ruinas del primer molino colonial construido con piedras sillares incas —único por su estructura en arco—. Y, muy próximo, para terminar este viaje al pasado, hay que cruzar a la otra orilla del Tomebamba para acceder al Parque de Pumapungo y contemplar los vestigios incas, y una recreación de lo que fue el jardín del inca Huayna Cápac con sus múltiples especies vegetales. El puente de El Vergel y el monumento en bronce dedicado al soberano inca marcan el fin de este paseo.
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