Capilla del Rosario. Siglo XVIII - Lorca

Se construyó junto al Convento de Santo Domingo, como nueva sede de la Cofradía del Rosario. En ella se conmemoraba desde 1571 la victoria de la armada cristiana frente a los turcos en la Batalla de Lepanto. Actualmente es la sede religiosa de la Cofradía del Paso Blanco, y acoge la imagen de la Virgen de la Amargura. En su portada destacan unos ángeles portando un escudo, y una decorada hornacina con la imagen en piedra de la Virgen con el Niño. El Retablo Mayor, muy dañado durante la Guerra Civil española, fue esculpido entre 1992 y 1995 siguiendo fotografías del original. Su decoración, del más depurado estilo rococó, aporta gran refinamiento y luminosidad al templo. Tras los terremotos de 2011, la cúpula que cubre la capilla sufrió graves daños y, en abril de 2015, su restauración ganó el Premio Regional de Arquitectura.

 

La iglesia conventual de Santo Domingo, sede del Museo de Bordados del Paso Blanco, se encuentra ubicada en el centro urbano de Lorca, en la calle Santo Domingo.

Los tres lados del claustro que todavía persisten datan del siglo XVII. Los dominicos fueron construyéndolo a lo largo de esta centuria con la participación de canteros como Antonio de la Rosa y Lorenzo de Mora.

El interior de la iglesia de Santo Domingo fue reformado a comienzos del siglo XVIII añadiéndole una falsa bóveda de cañón.

La portada que data de 1608, se debe a Andrés de Goenaga, quien también realiza en 1627 la puerta a la calle Abad de los Arcos en la Colegiata de San Patricio de Lorca.

La capilla del Rosario, pegada al muro de la iglesia en el lado de la Epístola, muy pronto por sus particulares características espaciales, arquitectónicas y decorativas alcanzó la categoría de iglesia con personalidad y funciones independientes. Se inició en 1707 y la traza y dirección técnica se atribuye a Toribio Martínez de la Vega. La portada fue labrada en 1740 por el cantero Pedro Bravo Morata.

La iglesia-museo presenta una sola nave, con capillas laterales donde se exhibe una muestra de los magníficos bordados realizados en sedas y oro del Muy Ilustre Cabildo de Nuestra Señora la Virgen de la Amargura (Paso Blanco).

En el interior de la capilla del Rosario se puede ver parte del retablo original realizado por el tallista Ganga Ripoll en 1744 y rehecho recientemente por el tallista lorquino Antonio Morales. En la cúpula y pechinas hay pinturas al temple, con motivos y personajes de la Orden dominica, realizadas por Baltasar Martínez Fernández de Espinosa. En un altar del crucero se encuentra la Virgen de la Amargura, titular del Paso Blanco, obra del escultor murciano Sánchez Lozano.

En la capilla del Cristo del Rescate se recuperaron las antiguas pinturas murales atribuidas al pintor local del siglo XVIII Baltasar Martínez Fernández de Espinosa.

 

a Iglesia de Santo Domingo

La iglesia es de una sola nave con capillas entre los contrafuertes y cabecera plana.

La portada tiene arco de medio punto y frontón triangular partido, los símbolos que se pueden observar se labraron posteriormente, consistentes en dos cachorros de perros en los extremos del frontón, y en su parte central una cruz flordelisada coronada, que responden al linaje de Santo Domingo de Guzmán.

Del claustro solo quedan tres de sus cuatro lados al abrirse en el último tercio del siglo XIX la calle que comunicaba el puente de piedra sobre el Guadalentín con el centro de la ciudad. Se trata de un claustro realizado enteramente en piedra, también las columnas.

La capilla del Rosario

La capilla del Rosario se encuentra adosada y comunicada con la iglesia de Santo Domingo. Se trata de un edificio de estilo barroco. Es de cruz latina con una sola nave, capillas-hornacinas y cúpula en el crucero. Se cubre con bóveda de cañón.

Para la construcción de la capilla se emplearon principalmente ladrillo y piedra, reservándose los sillares para la fachada, y la piedra labrada en la construcción de la portada de acceso a la Capilla. El ladrillo prolifera tanto en muros como en las bóvedas, permitiendo hacer salientes y entrantes, como la cornisa que corre por la parte alta de la nave central, que antes de construirse el retablo circundaba la capilla mayor, y se iniciaba en el coro. Este entablamento permitió colocar una barandilla en este espacio. Tanto en el interior como en el exterior el ladrillo está revocado en yeso. La fachada está dividida por compartimentos geométricos, en la que destaca la portada a manera de retablo.

En la portada de la capilla del Rosario el vano de acceso al interior está flanqueado por columnas, una a cada lado, de capitel corintio. Sobre al arco de la puerta dos ángeles portan un escudo y encima un frontón de perfil mixtilíneo (de líneas curvas y rectas). Coronando el conjunto se dispone una hornacina decorada con venera y ricamente adornada con motivos en relieve que alberga una imagen en piedra de la Virgen con el Niño. La portada sufrió un recorte en el año 1936 para ensanchar el paso, que arranca desde el arco, perdiendo gran parte de la piedra de ambos lados.

La decoración pictórica con la que se había embellecido toda la capilla mayor quedó completamente cubierta por el retablo en madera del escultor José Ganga Ripoll.

 

Historia

El convento de Santo Domingo, titulado de Ntra. Sra. de la Piedad, por estar fundado sobre una ermita del mismo nombre, es la única fundación de los dominicos en la ciudad y data de 1551. Carlos I ratifica la fundación en 1552.

La construcción de la iglesia se llevó a cabo durante la segunda mitad del siglo XVI, labrándose la portada en 1608 por el cantero Andrés de Goenaga, que también realiza la puerta norte de la Colegiata de San Patricio en la calle Abad de los Arcos, de sencilla composición y severas líneas. Posteriormente se construyó la capilla mayor y en 1687 el interior del templo es remodelado dotándolo de una falsa bóveda de cañón de yesería y de pilastras simuladas.

El claustro comenzó a construirse en 1646 con diseño de Pedro Milanés, quien haría una parte del cuerpo inferior, mientras que la parte correspondiente superior fue realizada por Antonio de la Rosa en 1650. Otra parte del claustro fue llevada a cabo por Lorenzo de Mora y sus dos hijos.

Las últimas obras en el templo datan de 1730. Es entonces cuando buena parte de las capillas son remodeladas y se construye la fachada actual.

Sobre la capilla del Rosario

La cofradía del Rosario, fundada en el siglo XVI, tuvo su sede en la capilla del mismo nombre, en donde se conmemoraba todos los años la victoria en la batalla de Lepanto. Bajo el coro, encontramos una pintura mural de la Batalla de Lepanto, siendo este suceso bélico una representación habitual en capillas bajo esta misma advocación, debido a que la Armada cristiana se encomendó a la Virgen del Rosario para ganar la batalla de Lepanto contra el turco Solimán en 1571, y la victoria naval cristiana supuso que a partir de esta fecha empezasen a proliferar las capillas bajo esta devoción mariana. El comienzo de las obras de la capilla del Rosario tuvo lugar en 1707, trabajando en el inicio de las obras el cantero Salvador de Mora y el albañil Andrés de Miras Muñoz.

La traza del edificio se atribuye a Toribio Martínez de la Vega, maestro mayor de las obras de la Diócesis. La dirección de los trabajos cambió bastantes veces de mano seguramente porque la economía de los cofrades no permitía adjudicar toda la obra de una sola vez. En 1717 sólo estaban concluidas la capilla mayor y el camarín.

A partir de entonces las obras se ralentizan. En 1740 se hizo el contrato de la portada con el cantero Pedro Bravo Morata, artista que intervino en obras importantes como el claustro del antiguo convento de la Merced (1729) de Lorca, y fue colaborador de Uzeta en las salas capitulares de la Colegiata de San Patricio (1742) de la misma ciudad. También ejecutó la portada de cantería de la iglesia de San Lázaro de Alhama.

Baltasar Martínez Fernández de Espinosa, hacia 1743, pinta la cúpula con temas alusivos a la Virgen del Rosario y la Orden de Santo Domingo; en 1747 se concluye el retablo mayor por José Ganga Ripoll; y en 1766 hace las tallas del camarín Ignacio Castell.

Personajes

Entre los personajes vinculados a la historia de la iglesia de Santo Domingo y capilla del Rosario, destacan los siguientes:

El dominico Fray Juan Alcober, fue notario del convento. El 1 de octubre del año 2000 es canonizado por Su Santidad el Papa Juan Pablo II. Así pues, San Juan Alcober está íntimamente ligado a la ciudad de Lorca y, más en concreto, con la iglesia de Santo Domingo. Nació en 1694, en Granada. Al cumplir los quince años, entró en el noviciado. Tras los estudios correspondientes y al poco de haber sido ordenado sacerdote, se trasladó a Cádiz, con el propósito de embarcar para las misiones, pero la prohibición de que los galeones llevaran misioneros a bordo le hizo regresar a Granada, siendo destinado al convento de Santo Domingo de Lorca en 1719. Finalmente fue misionero en Manila y China, donde fue condenado a muerte.

La decoración pictórica de la cúpula de la capilla del Rosario fue realizada por el pintor Baltasar Martínez Fernández de Espinosa (siglo XVIII). Nació en Lorca en 1698 y habitó como cabeza de familia en la calle Leonés. Sobre 1745 se trasladó a Cehegín para hacer una pinturas en el convento de San Francisco (desaparecido). Falleció en dicha localidad en 1748, donde fue enterrado con el hábito y cordón que vestían los religiosos. Para el Santuario de la Virgen de las Huertas realizó las pinturas del interior, junto a Rebolloso Jiménez. Todas sus pinturas son de carácter religioso.

José Ganga Ripoll (1698-1759), natural de Orihuela, dio las trazas y ejecutó el retablo del altar mayor de la capilla del Rosario anexa a la iglesia de Santo Domingo. En su dilatada vida profesional, realizó obras muy importantes para la Diócesis de Cartagena. Poco después de 1732 realizaría dos obras significativas: el retablo principal de la iglesia del convento dominico de las Anas de Murcia (1745) y el retablo colateral del lado del Evangelio de la iglesia parroquial de San Miguel de Murcia en el mismo año. El tabernáculo de la iglesia del Real Monasterio de Santa Clara de Murcia, cuyas esculturas realizó Francisco Salzillo, es otra de sus obras  importantes (1754-56). Fue un artista polifacético ya que en 1738 ejecutó en yeso los capiteles y las cartelas que decoran la mencionada iglesia de las Anas de Murcia, así como las portadas del presbiterio, éstas en piedra.

 

Entre las obras artísticas del interior del edificio nos ceñiremos preferentemente a aquellas que se encuentran en la capilla del Rosario, ya que las que podemos observar en la iglesia de Santo Domingo, se trata de los bordados que forman parte de la muestra del Museo de Bordados del Paso Blanco ubicado en la iglesia de Santo Domingo, reseñadas en el apartado correspondiente a 'Museos' de esta misma página web.

Obras Destacadas

Retablo del altar mayor de la capilla del Rosario, su traza y ejecución se encargaron al maestro retablista José Ganga Ripoll (1698-1759), natural de Orihuela. Del retablo original sólo queda el cascarón de la bóveda. Sufrió graves daños en 1939, pero gracias a una fotografías tomadas antes de esta fecha permitieron su reconstrucción de la mano del artista lorquino Antonio Morales (1934-2000), aportando una copia muy aproximada al original. El retablo pose un cuerpo único y está enriquecido por la ornamentación de la bóveda. El artista representó las escenas de los Misterios del Rosario (Gozosos, Dolorosos, Gloriosos), representando los misterios Gloriosos en el cascarón de la bóveda.

La escultura

Virgen de Nuestra Señora del Rosario, talla en madera policromada del imaginero valenciano José Gerique Roig. La imagen de la Virgen, con larga melena que cae por su hombro derecho, viste túnica beige y manto azul. En la mano derecha lleva un rosario, mientras que con el brazo izquierdo sujeta al Niño Jesús que también sostiene un rosario.

Imagen de la Virgen de la Amargura, titular del Paso Blanco. La imagen de la Amargura destruida en 1936 era obra del insigne escultor murciano Francisco Salzillo. La actual se debe al escultor murciano José Sánchez Lozano continuador de la obra de Salzillo en el siglo XX. La nueva imagen se procesionó por primera vez en 1949. La imagen del Cristo del Rescate (siglo XX), en la iglesia de Santo Domingo, también es obra de José Sánchez Lozano.

La Oración en el Huerto, del escultor murciano José Hernández Navarro, realizada en los primeros años del siglo XXI. Talla realizada en madera (pino de Flandes) policromada. Representa a Cristo puesto de rodillas y orando en el huerto de los Olivos, que se llama Getsemaní.

La Verónica, siglo XX, del escultor murciano José Sánchez Lozano. Talla realizada en madera policromada. Se trata de una imagen de vestir de tamaño natural. Muestra el paño con el que enjugó y quedó impreso el rostro de Cristo camino del Calvario.

San Juan Evangelista, patrono del Paso Blanco. La primitiva efigie con esta advocación, destruida en 1936, procesionó por última vez en 1922. La imagen actual de San Juan es una talla antigua del escultor sevillano Castillo Lastruces, de madera tallada y policromada, y fue donada al Paso Blanco, en el período de 1972-73, por los hermanos D. Francisco y D. Eduardo Montesinos Pérez-Chirinos, sacerdote y asesor religioso y director artístico, respectivamente, del Paso Blanco. Desde la Semana Santa del año 2000 es llevada en trono de andas, que portan noventa costaleros.

La pintura

La decoración pictórica de la cúpula de la Capilla fue realizada por el pintor Baltasar Martínez, sobre los años 1743-44, y representan el 'Triunfo del Rosario'. El centro principal está ocupado por la Virgen del Rosario y el Niño Jesús, de pie, semidesnudo y rodeado por el brazo izquierdo de la Virgen. En su mano derecha lleva la Virgen un rosario, que besa Santo Domingo de Guzmán en posición arrodillada. En el lado contrario se encuentra la dominica Santa Catalina de Siena, que extiende su mano para tomar el rosario que el Niño Jesús le ofrece. Alrededor de la escena principal aparecen arcángeles, ángeles y querubines.

Pintura mural de la Batalla de Lepanto (Capilla del Rosario), está pintada bajo el coro. En ella se pueden ver las escuadras cristiana y turca, por las banderas. Las naves están dispuestas al combate. Es una pintura mural sencilla de la cual se desconoce su autor. Tradicionalmente se considera la intervención de la Virgen del Rosario decisiva para el triunfo de la Liga Cristiana en la batalla de Lepanto, por ello en todas las iglesias de esta advocación existe una representación de este hecho histórico.

Pinturas murales de la capilla del Cristo del Rescate (Iglesia de Santo Domingo), atribuidas al pintor local del siglo XVIII Baltasar Martínez Fernández de Espinosa. El tema de estas pinturas es la 'Exaltación de la Santa Cruz'.

Otros

La rejería del coro alto de la Capilla del rosario es un notable trabajo de cerrajería artística, bien conservado, y es una de las labores de hierro más bellas de la ciudad. El conjunto, en color blanco, es de trazado curvo.

 




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