Historias y Recuerdos Baños
Postales del Ayer
Baños de mis recuerdos
Presentación
En esta soledad de bullicio inexacto, en donde ahora está recorriendo mi vida, me pregunto: por qué está siempre mi memoria recordando el pasado y aquel cielo dormido de mi pueblo, cuando aqui, en esta morada de inquietante vehemencia, también está mi huella fructificada en corolas de magnánimos cantos, con el calor de invierno y soles que se pierden en mantos ondulantes de vitrales azules.
Baños Turismo
En diálogo constante con el tiempo, sé que vengo de una heredad, en donde los "guaguas" nacimos bajo la mirada excelsa de la madre de Dios, arrullados del canto fino y puro de las aguas que bajan de lo alto esculpiendo la roca, en cascadas de brillantes sedas que se amalgaman con vientos juguetones; de acequias que recorren espacios nutriendo huertos y cañaverales; de fuentes mágicas nacidas del vientre de la madre tierra, en contraste fabuloso de fuego y de frescura.
Tomamos la fuerza de los ríos, del Bascún y del Ulba, del Lligua y del Guambo, de Río Verde Chico, del Guámag y del gran Pastaza, arteria que fecunda la selva milenaria. El vigor de nuestra alma se fue formando al contemplar la indescriptible lucha de titanes en el abismo impenetrable de San Martín, la beldad extasiante de Inés María, el abismo insondable de San Francisco, el solemne misterio de Sauce, el salto frenético de Agoyán, la serenidad inquietante del Manto de la Novia, el poder energético de Chamana, el templo meditabundo de Ulba y la sensualidad escondida de los Toboganes.
Las parteras del pueblo nos vistieron con flores de tzímbalo, de retamas, de manzanilla, de munche, de hierba mora; con pétalos de rosas de castilla y con santamaria para alejarnos de miedos y de sustos, de ojos fulminantes y vagabundos duendes.
Crecimos con el olor de cipreses y de sauces, de madreselvas y rosas, de guayabas y chamburos, de naranjilla y mora, de eucaliptos y cedros, de hierba buena y toronjil, de gladiolos y cucardas, de dalias y hortensias, de claveles y lirios, de violetas y geranios, de azahares y orquídeas, de perejil y cilantro, de tilo y de borraja, de cafetales verdes. Por eso somos navegantes sensibles a lo bello y a lo sublime del mundo.
Comida típica de Baños
Llevamos el sabor de la caña fusionado en mixturas de miel y de panela; de logmas y de limas; de mandarinas, de aguacates maduros y de chirimoyas; de guabas y jigachos; de motilones y granadillas; de manzana y babacos en evidente y perpetua comunión con los campos, con huertos y jardines que emanaban embrujos de limo y de errantes ensueños. Fuimos danzantes de bosques detrás de mariposas de alas de colores oniricos, de catzos aprendices de vuelos, de nidos de gorriones, de cigarras cantarinas de oficio, de güiragchuros, de sigchas y azulejos, de loritos traviesos, de guindes seductores, de bungas zumbadoras, de duendes fastidiosos y de ángeles guardianes. Cazadores de golondrinas tendidas en alambres, de focos trasnochadores y pescadores de pimbalos con anzuelos furtivos.
Por: Rodrigo Herrera Cañas
Publicado en:
Publicado por: