Rodrigo Herrera Cañar

Predulio Fraternal

Rodrigo Herrera Cañar, fortificado ya con su título de II(Inciado en Ciencias de la Educación, arribó a Chone y en él se ha cumplido la triunfal divisa romana: Vini, vidi, ronce.

Vino a ejercer la docencia, vio un entorno propicio para desarrollar sus iniciativas y potencialidades docentes y culturales y venció ejerciendo por mérito propio cargos y funciones educacionales y directivas: Vicerrector y Rector, catedrático universitario, investigador educacional y literario, generando así una impronta respetable y trascendente, perdurable y significativa por lo que hoy como ayer, se lo aprecia, se lo admira, se lo estima, se lo recuerda

Postales del Ayer

Obviamente que en esa manifestación humana que es el amor resultó vencido y, en buena hora, subyugado por su dama ideal que es complemento integral para su alma, cerebro y corazón y con la que formó una familia respetable y emprendedora. Conocerlo, tratarlo, admirarlo, ha sido para nosotros sus fraternos, todo un proceso anímico que se ha ido consolidando con entrañable empatia y que se manifiesta a través de su gran calidad humana, de la solidaridad intelectual y ponderación profesional que lo atesoran. 
El docente de reconocida nombradía, un día decidió ausentarse para asumir nuevos desafíos en Guayaquil. 

Mas, nos hemos reencontrado al cabo de 20 años y ahí está tan compacto como el amigo cordial, el caballero exitoso, un comerciante con experiencia y sobre todo en un padre de familia, que viviendo enseña a su hijo a vivir, a trabajar, a triunfar dignamente. 

¿Y el intelectual? ¿El pensador, el creador, el escritor? 

Rodrigo siempre ha tenido una vida organizada, es un generador de ideales, creador literario y referente pedagógico de los mejores itinerarios, transcurre aprendiendo, desaprendiendo, reaprendiendo y sabe que ese capital inefable que es el tiempo, no se debe desaprovechar ni dispendiar, cada jornada vale un tesoro y por eso Rodrigo Herrera precisa que lo que se escribe nos rescata del olvido, nos exalta y nos inscribe en el recuerdo perdurable en nuestro entorno y dintorno de influencia.

Baños Turismo

Así como el río que después del verano vuelve a correr, el intelectual, el libre pensador, el docente, vuelve a escribir y vuelve retrospectivamente desandando los caminos de su infancia y juventud, determinando hermosas postales espirituales del Baños de su nacencia, para configurar la memoria colectiva de su pueblo, generando dos libros que se leen y se releen con amenidad de estilo, porque están escritos con propiedad literaria, con exquisita prosa y divertida narrativa, saudades las suyas como para reafirmar al poeta Manrique: "se vive, se siente", se presiente... como abriendo el álbum testimonial de los recuerdos, la familia y el colegio, la escuela, la vida, el solar nativo; lo que aún está y lo que se fue inexorablemente. 

Autor:  Rodrigo Herrera Cañar