Dr. Jorge Beneras Dávila
Una Vida al Servicio de la Sociedad
La vida de Baños de aquellos años transcurría como siempre llena de paz, sin que nada perturbara esa calma que sentíamos en cada amanecer. aunque "los días hayan despertado tristes". Sin embargo, en aquel día, una noticia lastimera volaba de casa en casa: el doctor Barrezueta habla fallecido.
Postales del Ayer
El doctor Barrezueta era el médico de la Cruz Roja y atendía a sus pacientes con delicadeza, con mucha dedicación y con una tranquilidad propia de su personalidad que se reflejaba en un silbido a manera de susurro que emitía al estar escribiendo las recetas. Su muerte fue muy senlida. La Cruz Roja se había quedado sin médico y los pacientes sin su galeno preferido. EI doctor Barrezueta fue
remplazado por el doctor Jara, quien no pasó mucho tiempo en estas funciones.
Poco después llegaron a Baños dos médicos jóvenes, quizás recién graduados: el doctor Guillermo Larco y el doctor Jorge Beneras Dávila. El doctor Larco fue Director del hospital y el doctor Beneras de la Cruz Roja. Ellos enseguida se adentraron en el corazón dela gente que se mostraba satisfecha por la atención que recibían de estos profesionales.
Personaje de Baños
El doctor Beneras llegó a Baños en el año de 1959 por una invitación a trabajar que le hiciera el doctor Larco; vino contratado como médico municipal. El señor lorge Viteri, en ese entonces Presidente del Concejo, le extendió ei nombramiento y muy lejos estuvo el doctor Beneras de pensar que se iba a quedar por 51 años en forma directa e indirecta en
esta ciudad.
Desde que llego se enamoró de Baños de Agua Santa , ésta tierra y comenzó a quererla, no solamente porque fue aqui en donde prácticamente inició su vida prolesional, sino porque recibió el cariño de sus habitantes e hizo grandes amigos a los cuales recuerda oon mucho afecto.
Cuando el doctor Larco dejó el cargo de Director del hospital, el doctor Beneras pasó a ocupar esta función y a desempeñarse como médico de esa Institución en la cual laboró por mucho tiempo, poniendo todos sus conocimientos al servicio de sus pacientes, por lo que siempre ha recibido el agradecimiento de todas aquellas personas que de él obtuvieron el beneficio de la salud. Con mucho beneplacito dice que ha traido al mundo a cientos de niños baneños y que tiene en este cantón una gran cantidad de ahijados y
compadres.
Por medio de un concurso de merecimientos llegó a ocupar el cargo de Director del dispensario del IESS y ahí estuvo hasta cuando por razones exclusivamente familiares y de trabajo, tuvo que pasar a residir en Quito. La decisión de pasar a vivir en esa ciudad fue muy dolorosa porque aquí se sentia como en su propia tierra, porque aqui estaba una parte de su vida, porque aquí nacieron y se criaron sus hijos, porque aqui recibió la gratitud de lagente y porque aqul tuvo grandes experiencias dentro de su proiesión.
Fue entonces cuando se propuso no alejarse totalmente de esta ciudad y a pesar de las dificultades de tiempo y familiares, resolvió que vendría a Baños los fines de semana para tener contacto con sus pacientes, para encontrarse con sus amigos. captar la energia de las aguas
termales, y regresar a la capital con un espíritu renovado.
Los baneños también le tienen dentro de su corazón. Saben que el doctor Beneras siempre demostró mucha diligencia y responsabilidad en el tratamiento de las enfermedades, que acudía a sus llamados aunque sea a altas horas de la noche, que nunca actuó en forma discriminatoria, y que su bondad y carisma llegó muy adentro en cada uno de aquellos que recibieron su atención profesional. Fue tanta la confianza que tenian en él sus pacientes, que muchos viaiaban a Quito para ser atendidos de sus dolencias.
Después de haber estado muy delicado de salud con una afección cardiaca y después de haber sido sometido a una intervención quirúrgica de alto riesgo, ha venido nuevamente a Baños a gozar de su clima, de sus aguas, de la devoción a la Virgen y del cariño de todos aquellos que le recuerdan como un médico de muchas virtudes, de gran capacidad profesional, y con un alto criterio de lo que es la amistad.
Reciba el doctor Jorge Beneras Dávila, el agradecimiento de muchos baneños que me han pedido que le haga llegar por medio de esta pequeña reseña, todo el reconocimiento a su labor de médico que realizó en esta ciudad y en el IEES de la Capital.
Por: Rodrigo Herrera Cañas
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