María Cocina y Panadería
Ana Villota, es una emprendedora quiteña con estudios formales en gastronomía realizados en Canadá, que optó por el segmento de la panadería. Pero no cualquier panadería.
¿Qué debes saber?
- Ana puso el corazón en su emprendimiento, como corresponde, pero además puso ante todo el amor al prójimo, la responsabilidad social e incluso ambiental en el desarrollo de sus prácticas de producción y en cada uno de sus productos.
- De este modo, ella privilegió la razón de ser de su panadería, que es alimentar de forma sana y responsable a la comunidad.
- María La Panadería, es un establecimiento donde podemos encontrar el pan más delicioso que haya probado, además pastelería de alta calidad, golosinas y bocadillos sencillamente sublimes, todo trabajado con productos y practicas no inversivas o dañinas al cuerpo humano.
- Está ubicada en la calle Fray Gaspar de Carvajal y De Aldana, en el sector de La Pradera.
Ana, cuéntame por qué el nombre de María La Panadería?
- Para mí, el nombre María es el más coloquial dentro de nuestra cultura, representa a cada mujer, hija, madre o abuela de esta ciudad, no tiene pretensiones y resulta familiar a cada vecino de cualquier barrio.
Una panadería tradicional, por llamarla de alguna forma, asegura tal vez una pronta recuperación del capital por la venta en volumen, ¿Ana porque tomaste esta otra alternativa?
- A mi me ha parecido siempre que la acción de alimentar, conlleva una gran responsabilidad y la cocina industrializada a menudo sacrifica este principio para poder trabajar y producir más rápido.
- La carga innecesaria de aditivos, mejoradores, anti mohos, etc. en el pan industrial, llena al cuerpo humano de químicos que, al final cuesta mucho digerirlos o no es posible hacerlo, lo que es causa de muchos trastornos, intolerancias y enfermedades.
- Entonces creo que, si quieres tener un negocio que perdure, cuida a tus comensales, mantenlos saludables y siempre serán tus clientes, dándole así sostenibilidad en el tiempo y crecimiento a tu empresa.
- Un pan de esta calidad, no puede costar lo mismo que uno industrial ¿cómo ha tomado la comunidad esta diferencia de precio?
- Ha sido un trabajo de educación a la comunidad, la gente empieza a entender el trabajo que hay detrás de esta producción, los costos de sus ingredientes y finalmente el beneficio real que obtiene, hoy tenemos muchos clientes que están siempre presentes, es decir ya desarrollamos una fidelización por medio de las buenas prácticas.
¿Por qué el barrio Las Casas?
- A mí me gusta mucho el Quito tradicional, el del vecino que se conoce, de la Panadería, de la Tienda, del Zapatero, etc. la dinámica, el movimiento de barrio, yo crecí en el Centro Histórico y estoy familiarizada con ese movimiento y la calidez de la gente que se conoce y se saluda, mis mejores memorias vienen de eso.
- El barrio Las Casas cumple con esta forma de vida, ese sentido de comunidad que no ves en otros barrios tal vez más comerciales, la gente con ese sentido de pertenencia ha sido muy receptiva a este tipo de emprendimiento.
- Sin embargo, hay gente que se toma el trabajo de venir desde lejos como Puembo y otros barrios para recoger un pedido para llevar a casa, hemos tenido también pedidos habituales de restaurantes, que requieren tipos de pan como el que hacemos para sus recetas.
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