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Las cumbres del Cayambe y del Chimborazo

Siguiendo las rutas de Whimper y los hermanos Carrel que los llevaron a coronar por primera vez los 5.790 metros del Cayambe y los 6.263 metros del Chimborazo en 1880

Terminé mi diario sobre Ecuador “Footsteps of Whimper” con el siguiente párrafo:

“Es un final encantador para un gran viaje. Después de hoy, conozco Quito mucho mejor, y estoy seguro que regresaré a Ecuador algún día”.

No fue un camino de usar y tirar. Me encantó la geografía de los Andes ecuatorianos, un paisaje de gran altura y volcanes libres a la vista. Ya he mencionado cómo estas montañas sirven como una buena introducción al montañismo. Muchos de los picos son fáciles y se pueden coronar en un día de caminata, mientras que los cuatro grandes volcanes: el Chimborazo, el Cotopaxi, el Cayambe y el Antisana otorgan interesantes ascensos glaciales, cuyas cumbres se pueden alcanzar sin mucha dificultad técnica.

La vista desde ahí es espectacular. En un día despejado, la mayoría de los principales picos se pueden ver desde la cumbre de cualquier otro, facilitando la tarea de localizar las posiciones relativas de los volcanes de alrededor. Es además un lugar civilizado. No hay que incomodarse demasiado, cerca hay algunas haciendas muy placenteras para descansar entre cada caminata.

Me tomó seis años cumplir mi promesa de regresar, después de Navidad haré justamente eso.

La última vez estuve bendecido por un gran clima, lo que me permitió alcanzar cinco volcanes: dos caminatas sencillas hasta la cima del Rucu Pichincha (4680m) y el Rumiñahui Central (4634m); una modesta escalada hasta el Iliniza Norte (5126m); y dos volcanes cubiertos de una gran capa de nieve, el Antisana (5753m) y el Cotopaxi (5897m).

Este año será un viaje similar, y si todo sale bien, la única cumbre que repetiré será la del Iliniza Norte. Me aclimataré con dos caminatas fáciles hacia el Pasochoa (4200m) y el Corazón (4788m), de ahí espero escalar los dos grandes a los que no fui la última vez: Cayambe (5790m) y Chimborazo (6263m o 6310m, dependiendo a quién preguntes).

La cumbre del Cayambe

El Cayambe saltó a la fama porque es la montaña más grande del mundo si medimos directamente desde la linea del ecuador, de hecho, por un gran margen: el Monte Kenya (5199m) es el único que apenas se acerca.

El Cayambe fue coronado por primera vez -como muchos de las grandes cimas de Ecuador- por el caballero y montañista Edward Whymper y dos guías profesionales suizos, Jean-Antoine y Louis Carrel. Whymper y Jean-Antoine Carrel tuvieron una interesante relación. Fueron rivales en la carrera para ascender por primera vez al Matterhorn en 1865, una carrera que Whymper ganó (cuatro de su equipo murió en una caída en el descenso).

Mientras estaba en la cumbre, Whymper llevó la competencia a otro nivel al saltar repetidas veces, gritar y lanzar rocas hacia el equipo de Carrel, cuando ellos estaban escalando desde el otro lado y vieron que sus rivales hacían la señal de la victoria desde arriba.

Ya en 1880 esta rivalidad fue perdonada pero no olvidada. Jean-Antoine Carrel fue el hombre de confianza de Whymper, su laborioso (si no siempre leal) jefe de personal durante su increíble y exitosa exploración por Ecuador. Según Whymper, el principal propósito de la expedición fue para conducir la búsqueda a gran altura. Renunciaron a mucho de eso, pero en realidad fue una excusa para una escalada realmente espectacular. En pocos meses ellos fueron los primeros en pasar una noche en la cima del Cotopaxi, e hicieron los primero ascensos al Chimborazo, Sincholagua, Antisana, Cayambe, Sarurcu, Cotocachi y Carihuairazo.

La obra de Whymper “Scrambles Amongst the Alps” es visto como uno de los clásicos de la literatura alpinista. Nunca lo he leído, pero lo mismo no se podría decir de su “Travels amongst the Great Andes of the Equador”, a menos que tengas una fascinación por los barómetros. Sin embargo, sus datos físicos y lecturas son analizadas a gran detalle. Incluso el título del libro me dejó cabeceando, pero tiene sus momentos, y es una lectura esencial para cualquier interesado en la historia montañista del Ecuador.

Había un ambiente de fiesta cuando el trio de europeos llegó a la villa del Cayambe en el lado oeste de la montaña. La razón de la celebración fue una pelea de gallos. Whymper se sorprendió al enterarse que la pelea de gallos seguía siendo popular en esa parte del Ecuador, y quedó todavía más sorprendido cuando el Jefe político le aseguró que los mejores gallos venían de Inglaterra. Es una declaración que mucha gente en Escocia sigue pensando que es verdad.

La primera incursión de Whymper a la montaña llegó a un ignominioso final, cuando fue separado del resto de su grupo a causa de una niebla muy espesa. Sin ningún rastro de su equipo, ni voces a lo lejos, descendió de la montaña y pasó la noche en la espesura de la meleza, antes de descender por el espeso bosque a la mañana siguiente. Cuando se volvió a unir a su grupo el día siguiente en el campo situado a los 4500m, fue recibido como un hombre que regresó de la muerte. Un guía local les había asegurado a los Carrel que el bosque y los valles estaban llenos de pumas y Whymper muy probablemente había sido devorado.

Su ascenso real a la montaña fue mucho más directo. Dejaron el refugio a las 4:40 am del 4 de abril. Aparte de un breve laberinto de grietas en la cabeza de una cascada de hielo, se dieron cuenta que el ascenso fue un camino de nieve relativamente sencillo. Se dirigieron hacia el centro de las tres cumbres, que ellos creían era la más alta de las tres, cuando estudiaron el Cayambe desde la base. La gente en el pueblo pudo ver sus figuras acercándose a la sima a las 9:30, cuando las nubes descendieron y oscurecieron la vista el resto del día.

Alcanzaron la cima poco después de las 10 am. “La cumbre verdadera del Cayambe es una cresta, desde el norte hasta el sur, cubierta por nieve. Su altura (deducida por dos lecturas del barómetro de mercurio a las 10:45 y 11 am) es de 19,186 pies, por lo tanto esta montaña es cuarta en el ránking de los grandes Andes del Ecuador”. Edward Whymper, Travels amongst the Great Andes of the Equator

En realidad el Cayambe es la tercera montaña más alta del Ecuador, pero Whymper creyó que era la cuarta. El Antisana tenía una altura similar, y no pudo concluir con certeza cuál era más alta. Su lectura de 19,186 pies no está lejos de los 5790m (18,996 pies) que se cree ahora que el Cayambe mide.

La cumbre del Chimborazo

El Chimborazo está un poco más lejos del ecuador que el Cayambe, pero en cierto modo es una montaña incluso más notable. Por un largo tiempo se creía que era la montaña más alta del mundo, y lo sigue siendo si se mide desde el centro de la Tierra en lugar de medir desde el nivel del mar, debido a la rotación de nuestro planeta, que ensancha los polos de la Tierra. Si no me crees puedes probar sacando tu cinta métrica y haciendo un agujero en el corazón de la Tierra.

El explorador y naturalista Alexander von Humboldt afirmó haber ascendido hasta los 19,286 pies (o 5878m) del Chimborazo en 1802, lo que era considerablemente más alto de lo que se sabía que cualquiera había ascendido en esa época de la historia del montañismo. Como todos los demás, Whymper dio válida esa escalada sin cuestionarla, hasta visitar él mismo la montaña.

Cuando alcanzaron su primera vista del Chimborazo el 21 de diciembre de 1879, Whymper y los Carrels se quedaron sorprendidos al ver que tenía dos cumbres y estaban enteramente cubiertas por nieve. Ni Humboldt ni otros escaladores del Chimborazo habían mencionado aquello. Mientras más estudiaba Whymper la montaña, más se confundía con las descripciones de Humboldt. No pudo reconocer ninguna característica. Lo más misterioso de todo era la siguiente afirmación de Humboldt:

“No he visto nada en los trópicos, ni en Quito ni en México, que recuerde a los glaciares suizos”.

El Cotopaxi, cubierto de nieve, domina la vista desde muchos lugares alrededor de Quito, y si Humboldt subió hasta donde llegó en el Chimborazo, hubiera estado rodeado por nieve.

Whymper y los Carrels hicieron el primer ascenso al Chimborazo por el sudoeste en una ruta muy similar, aunque no idéntica, a la que ahora es la ruta normal. Sus nombres están escritos a lo largo de la geografía del área. El acercamiento es hasta el “Valle Carrel”. Hay un “Refugio Carrel” a 4856m y un “Refugio Whymper” a 5043m. La ruta ascendente se conoce como la “ruta Whymper”.

Muchas deserciones Porter y señales del mal de altura en sus mulas produjeron que los dos Carrels suban sus bultos hasta el campo más alto a 5268m. Allí abrieron sus suministros para descubrir que gran parte de sus suministros se arruinaron por una infestación de mejilla de buey podrida (hoy los bueyes son más corteses).

Se pusieron en marcha de su primer intento de cumbre fallida a las 5:35am del 3 de enero de 1880. Subieron la arista sudoeste a lo largo de una línea rocosa conocida hoy como las “Agujas de Chamonix”. Para las 7:30 alcanzaron una serie de alcantilados rocosos que identificaron como el punto crucial de la subida cuando estudiaron la ruta desde la base de la montaña algunos días antes.

“Solo hasta aquí podría llegar un hombre que no es montañista”, dijo Whymper en su libro.

Había una grieta en la pared rocosa a un ángulo de 50° que no supuso dificultad en el experimentado grupo, pero arriba se encontraron con fuertes vientos y decidieron regresar al campo.

Iniciaron el ascenso de nuevo a las 5.40am del 4 de enero. Con las huellas del día anterior todavía visibles hicieron un buen progreso, y llegaron a la brecha a las 8am. Lo que les faltaba por recorrer en la ruta estaba llena de nieve. Alcanzaron la cumbre del Glaciar Thielmann, que ahora forma parte de la ruta de ascenso moderna, y estuvieron en el altiplano a las 11am.

Aquí las cosas empezaron a ponerse difíciles. No sabían cuál de las dos cumbres era la más alta, así que siguieron por la que más cerca estaba, la del oeste. Se encontraron con nieve tan profunda que en ocasiones les llegaba al cuello y solo podían continuar a cuatro patas. Whymper les preguntó a los Carrels si querían regresar, pero los dos guías suizos respondieron que continuarían hasta que Whymper les ordene que ya no.

La nieve se hizo más firme a medida que se acercaron a la primera cumbre, pero cuando la alcanzaron a las 3:45 se dieron cuenta que la cumbre este era más alta. Con solo un par de horas más de luz de día, estaban en aprietos si querían descender por las grietas de las rocas durante el día.

Caminaron con dificultad por condiciones similares de nieve en la segunda cumbre, rápidamente completaron sus observaciones científicas, y se embarcaron de nuevo a las 5.20. Descendieron mucho más rápido, y llegaron a la grieta justo cuando la oscuridad estaba llegando. Por suerte sus guías locales dejaron un campo con una fogata prendida, lo que les guió hasta el campo. Regresaron del primer ascenso del Chimborazo a las 9pm después de más de 15 horas de ascenso.

A través de los años varios descubrimientos arqueológicos proveyeron evidencia de actividad humana cerca de las más altas cumbres de los altos Andinos. Un ejemplo es el Llullullaico Maiden, el cuerpo de un niño del que se cree fue un sacrificio humano encontrado cerca de la cumbre de 6739m Llullullaico en la frontera argentina-chilena. Pero cuando Whymper y los Carrels alcanzaron la cumbre del Chimborazo, hasta donde se sabía era la montaña más alta jamás escalada, y se mantuvo así hasta que Matthias Zurbriggen alcanzó la cima del Aconcagua en 1897.

A pesar de la prisa, las observaciones de Whymper eran admirablemente exactas. Midió la cumbre del Chimborazo a 20,608pies (6281m). Incluso hoy en día parece no haber un acuerdo sobre si la altitud es 6268m o 6310m. Yo llevaría un GPS allá arriba y mediría por mí mismo si tuviera la oportunidad. Eso pondría las cosas en claro.

Whymper quiso hacer otro ascenso para obtener otro set de observaciones de una manera más pausada, pero el clima empeoró, y luego de que la tormenta pasó, el mayor de los Carrel se negó a subir otra vez, quizá recordando acerca del Matterhorn.

Eventualmente regresaron al Chimborazo unos meses después, e hicieron su segundo ascenso desde el lado norte, hasta la arista noroeste, a su tiempo uniendo su primera ruta de ascenso cerca de la cabeza del Glaciar Stübel. Este ascenso fue llevado a cabo durante la erupción del Cotopaxi, a 60 millas de distancia, lo que empolvó sus instrumentos científicos con ceniza volcánica mientras tomaban datos de la cima.

La ruta moderna del Chimborazo sigue una línea ligeramente cercana a la primera de Whymper, debajo de un espolón rocoso conocido como El Castillo. En tiempos recientes, debido a derretimiento de los glaciares por el calentamiento global, esta ruta ha sido constantemente amenazada por los derrumbes, tanto que el índice de éxito de esta ruta bajó hasta el 30%. Estaba en una condición particularmente mala cuando yo estuve ahí en 2009/10, lo que me persuadió a subir el Cotopaxi.

Una nueva variación de esta ruta fue recientemente identificada a lo largo del Glaciar Stübel, que pasa debajo del lado opuesto (norte) de El Castillo. Es la ruta que Edita y yo haremos.

Cualquiera que sea el resultado, no aguanto las ganas de regresar a Ecuador. Es un país que definitivamente vale la pena visitar en una segunda ocasión.




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