Salón Lolita
La señora Lolita Silva Cabrera enviudó muy joven, quedándose sola a cargo de sus seis hijos. Para lograr mantener a su familia empezó, hace cuarenta años, a vender cuyes en un terreno que había hipotecado por la enfermedad que afrontó su esposo. La señora Silva había heredado la tradición de asar cuyes de su madre y abuela.
Cuando el valle resultaba alejado del centro de Loja y había que ir por un camino de herradura, la abuela de la señora Lolita, la suquita Rosario, vendía cuyes asados sobre unas esteras a la salida de su casa ubicada junto al parque. La hija de esta señora continuó con el negocio y fundó su restaurante llamado La Delicia. Ahí empezó a trabajar la señora Lolita ayudando a su madre.
El Salón Lolita inició con un pequeño local, mientras en el terreno se construían poco a poco varias “medias agüitas” para cuatro hijos. Conforme pasó el tiempo y el negocio creció, los hijos se casaron, y toda la familia salió de ese espacio para dar paso únicamente al restaurante. Esto fue hace diez años, de tal manera que ahora en estas medias agüitas se sirve a los clientes.
El negocio creció no sólo en espacio sino también en el contenido del menú. Antes se vendía seco de gallina, pero un día una clienta reclamó que su gallina tenía sabor a cuy, y desde ese día nació la gallina cuyada. Este plato es ahora uno de los más vendidos en el local. Además hay otros locales de la ciudad que también lo venden. Tanto creció el negocio que tienen aproximadamente 100 clientes diarios, y los fines de semana hay mucha más gente.
Actualmente quienes se encargan del negocio son los hijos y nueras, quienes se turnan el salón cada semana. Pero sus hijos y nueras no sólo reproducen las recetas en este local. Uno de ellos tiene con su familia un restaurante llamado Mama Lola y otro retomó el salón La Delicia. En los tres locales se mantienen las mismas recetas de la señora Lolita y se manejan los mismos precios.
La gallina cuyada tiene un proceso muy minucioso. Primero se lava la gallina, luego se la aliña y se le hace una cocción previa. Finalmente le ponen más especerías y le doran con manteca de chancho; en realidad la gallina no tiene nada de cuy, aunque al momento de servir en el plato se ponen las papas que se preparan con el cuy. El buen sabor del cuy se debe a que se lo aliña, se lo asa, se le vuelve a poner especería y se lo termina de dorar. Además, el sabor del cuy también se debe a que compran los animales que son alimentados únicamente de forma natural, sin balanceado. La bebida que siempre debe acompañar todo plato en restaurante Lolita es la deliciosa horchata.
Visita Loja
- Dirección: Salvador Bustamante y Guayaquil, en el valle, junto a la iglesia San Juan del Valle
- Atención: lunes a sábado de 12h00 a 22h00, y domingo de 12h00 a 20h00
Publicado en:
Publicado por: