La Propia
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Como llegaste hasta aquí, te revelaré una gran verdad. Aquí en chiquitón.
Según nuestra jerga, pareciera que la mujer fuese un sujeto pasivo. Y esta es precisamente la falacia más grande de la realidad del amor guayaco.
La mujer guayaca es sumamente fuerte e independiente, controla su destino, y es de armas tomar. Es Furiosa de Mad Max, Olenna Tyrell de Game of Thrones. Siempre tiene ese ímpetu que inspira canciones folklóricas, reconocimientos, y poesías.
La mujer guayaquileña es la propia. Es la madre que infunde independencia a la siguiente generación, y la abuelita irreverente que te canta la plena.
Gracias a la mujer guayaquileña, las guayacas y guayacos tienen facilidad para tomar la sartén por el mango en la vida y en sus viajes a mundos paralelos, como otros países y la sierra.
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