La gastronomía ecuatoriana y su riqueza
Es el único ombligo en el mundo que permanece vivo, y da vida a todo lo que crece en cada momento, lugar y tiempo. Este país atravesado por el paralelo cero, rodeado de volcanes, tocado sutilmente por el océano Pacífico e inyectado por múltiples fuentes de vida, desprende amor y sabor en cada momento.
Ecuador posee una posición geográfica con diversidad de climas, altitudes y ecosistemas. En esta tierra se fecunda frutas, hortalizas, verduras, tubérculos, leguminosas, granos y varios productos inimaginables en el mundo, y llegan a las mesas de reyes, artistas y poetas; en los mejores restaurantes de Berlín y París.
La variedad alimenticia es casi incontable, por mencionar en este país crecen más de 350 variedades nativas de papas, 13 variedades de arroz, la mejor producción de banano y camarón exportados a Europa y Latinoamérica, el mejor cacao “pepa de oro” del mundo y la mayor diversidad de frutas y legumbres que llegan a nuestras mesas.
En Ecuador encuentras árboles frutales en cualquier lugar, y además puedes ser partícipe de tu desayuno, almuerzo o cena, al recolectar tu camarón, pescado, pulpo o cualquier fruto del mar. La temperatura entre 6 a 30°C en los cuatro mundos: Andes, Costa el Pacífico, Amazonia y región Insular, determinan la fertilidad de los 7 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura.
Un joven chef, Sebastián Martínez, se muestra tímido al preguntarle sobre sus creaciones gastronómicos, que me sorprendieron, él afirma que cocina con mucha cabeza, utiliza lo que está en su entorno y lo aprovecha. El lugar donde su comida es degustada, es un hotel de lujo rodeado de árboles de polylepis, sus paredes son de cristal y mientras comes los manjares; pequeños conejos silvestres corren para asómbranos, en su espacio natural. Solo un cristal nos separa de tocar sutilmente sus cuerpos. “Ecuador no es estacional y conocer el país es un acierto”, comenta Sebastián, mientras su voz me deja alucinada por el hablar cantado de los cuencanos.
Un amanecer de colores
En el centro del mundo, amanecer es un sueño y los desayunos te ofrecen diversidad de frutas como: papaya, sandía, bananas, uvas, peras, mangos, melón y piña. Estos productos son versátiles y se los puede disfrutar en jugos de frutas combinados, o postres a base de: mora, tomate de árbol, guanábana, naranja, guayaba y mango. Este país tiene más de 600 frutas y nombrarlas sería un delirio.
La gastronomía ecuatoriana se siente orgullosa de sus inventos a base de plátano verde como el: bolón, corviche, empanada, patacones, tortillas, y por su puesto el “tigrillo”, un plato tradicional de Zaruma, un cantón ubicado al sur del país. Esta preparación es a base de plátano verde majado, con queso y huevo. Siempre estará acompañado de un buen café, y Ecuador produce la variedad coffea arabica y coffea canephora, para la siembra desde el nivel del mar hasta alturas superiores a los 2.000 msnm.
El atardecer de aromas
La gastronomía ecuatoriana tuvo cambios importantísimos con la especialización de los chefs que unen las tendencias mundiales con toques mestizos. Varios chefs nos cuentan que durante la época colonial y la etapa republicana, la carne y mariscos solamente se consumían en conventos, colonias francesas y españolas; comer carne era un privilegio, en la actualidad no hay distinción, todos comen carnes de diversos tipos y con las mejores recetas.
Los restaurantes sirven las entradas a base de mariscos con platilos como: salpicón de mariscos, ensalilla de papa con camarón y salmón en salsas de aguacate o agridulces; para el plata fuerte se espera en las mesas dos tipos de carmes con sus acompañantes ensaladas, arroz, o papá. La fiesta de sabores son mezclas exóticas de carnes, verduras, frutas, granos y salsas muchas preparaciones únicas de los chefs.
La papa nos persiguió por todos lados, en nuestra mesa estuvo presente como puré, locro, tortilla, fritas y cocinadas; su versatilidad es ideal para combinar con pescado, camarón, langostino, pulpo y más frutos del mar. Los chefs me mostraron su habilidad en salsas agridulces, dulces, picantes, ácidas; que mezcladas con carnes y mariscos cocidos en sus mejores puntos, Ecuador definitivamente es la tierra de la gastronomía.
En un hotel ubicado en El Cajas, en Cuenca, viví la mejor experiencia gastronómica, al saborear un “amouse bouche”, que en francés este término significa ‘entretenimiento para la boca o bocado’, y esto fue un éxtasis para los sentidos. Un pan de huevo acompañado de una salsa de hongos de pino, este pan se lo miraba sencillo, pero en su interior tenía la yema de huevo cocida, fue una sorpresa introducir mis cubiertos y ver esta maravilla. Un cordero preparado con una romero, al abrirlo el aroma de esta planta volaba por mi mente, y se imaginan saborear un ponche colocado dentro de la cáscara de un huevo, para probarlo solo debías abrirlo y colocar en la copa. Una delicia para no olvidar jamás.
Comí los mejores cebiches, pero mí preferido, el de camarón, este país es el proveedor de más del 70% de este producto a escala mundial. Asia, Estados Unidos, Europa y América disfrutan de estos manjares en sus mesas. Además, probé aperitivos a base de camote, en esta tierra existen tres tipos: el morado, naranja y blanco. Su sabor dulce es asombroso.
La colado morada, una bebida tradicional a base de harina de maíz negro, se la realiza el día de los Difuntos, en noviembre, en ella se utiliza el maíz negro, que en este viaje fue utilizado para preparar “Bonitísmas” que tradicionamnelte se las hace con maíz blanco. Las salsas a base de aguacate, dulce de panela (jugo de caña hervido a una temperatura para solidificar). Y no podía faltar el ají a base de maní o tomate de árbol, fueron los acompañantes perfectos. Como un dato el ají fue en la época colonial, un privilegio para los poderosos; ahora no puede faltar en las mesas de los ecuatorianos.
Las veladas de sabores
Para llegar a los aposentos y descansar, en cada sitio los representantes de los hoteles, me recibían con la comida en mucha ocasiones platillos de sal, pero en este apartado hablaré de las delicias de dulce creadas en su mayoría con una base de chocolate, elaborado con el mejor cacao del mundo, y Ecuador es el mayor productor de cacao fino de aroma, siendo responsable del 70% de la producción a escala mundial. Por tal motivo, Ecuador es reconocido como un referente para descubrir la historia de esta materia prima, que se originó en el centro del mundo, para crear el mejor chocolate del continente.
Un pincho de frutas, brownie con chocolate al 72%, macarrones con chocolate al 66% y rellenos con salsa de naranja, o comer pan negro con tinta de calamar y semillas de sésamo, es posible comerlo en medio de la selva mientras escuchas el sonido de una cascada y la mayor diversidad de especies de anfibios por la noche, este sería el lugar y el momento perfecto para pedir la mano de tu pareja, en medio de la naturaleza, la mejor comida y el amor verdadero.
Helados, suspiros, frutas en almíbar, rompope, pasteles, mouse de varias frutas fueron la explosión que me derribaba por las noches para recordar los sabores en mi paladar, y las presentaciones de estas delicias.
Cada manjar me permitió confirmar que Ecuador es un paraíso gastronómico y que los hoteles del país como Mashpi, Cotopaxipungo, San Agustin de Callo, Quinde Loma, Dos Chorreras, Hotel del Parque, Tanusas, Hotel Oro Verde, JW Marriot, Yumbo Spa y más hoteles están a la altura de los mejores lugares para recibir a aquellos amantes, que desean compartir o dar el gran paso para sellar un amor eterno, con una gran comida.
Mis sentidos fueron cómplices de esta aventura, aterricé en un país de ensueños que me permite volar con los sabores, que se derriten en el paladar. Ecuador es romance, es calidad, es atención, es el lugar ideal para vivir la mejor historia de amor que nunca se romperá.
Por: Sandy Doicela
Publicado en:
Publicado por: