Crecer en Ecuador

25 señales de que creciste en Ecuador
  1. Ni bien salías del colegio alistabas unos centavitos para comprar limones o mangos con sal, cebichochos, espumilla, bonice… tal vez unas buenas salchipapas o quizás una chocobanana.
  2. Te parece de lo más normal que hasta el abuelo baile la macarena, el meneadito y la mayonesa hasta el amanecer en las fiestas familiares.
  3. Y tampoco te sorprende ver a tus tíos, tu papá, tus primos y tus amigos disfrazados de viudas, maquillados, con minis y un sostén prestado para hacer una buena recolecta para “el viejo”.
  4. Corriste unas cuantas veces en tu cumpleaños para salvarte de los correazos o de la mordida al pastel.
  5. Creciste escuchando historias que incluyen a alguno de los siguientes personajes: “la Tacona”, “la Caja Ronca”, “Mariangula”, “La Viuda del Tamarindo”, “La Dama Tapada”, “El Gallito de la Catedral”, “El Chuzalongo” o “Cantuña”.
  6. Sabes lo bien que se llevan los combos de Pilsener y los “jueves no te ahueves”.
  7. Si pasas tiempo fuera del país, te pones melancólico con el recuerdo de las bandas de pueblo. Y se te escapa una sonrisota con la imagen mental del trombón que es más grande que el músico que lo toca.
  8. Te sabes las canciones de Jaime Enrique Aymara, María de los Ángeles y Gerardo Morán por las horas que pasaste hecho sardina en el transporte público y reconoces la frase “en vida que me quieras, de muerto ya para qué”.
  9. Te enorgullece todo lo que tiene que ver con la naturaleza y la gastronomía ecuatoriana… incluyendo los agachaditos donde probaste la tripa mishqui o los bolones con queso.
  10. Entre tus recuerdos están Pasado y Confeso, Casos de la Vida Real, Soul Train, Mis Adorables Entenados, Dejémonos de Vainas, ¡Qué Familia!
  11. Al principio, por ser cabeza de pollo, te chumabas con solo oler los tragos.
  12. Y después, quieras o no, aprendiste a fuerza del Zhumir, el Pedrito Coco, el Norteño, las puntas, el Pájaro Azul, la caña manabita, el Trópico Seco (que va con todo), el Sinchicara…
  13. Tu mamá procuró peinarte hasta que quedes bien guapo para la jura a la bandera y eras feliz perdiendo clases en las horas de repaso del programa.
  14. Asocias las festividades con comida: una buena fanesca en semana santa, la colada morada con guagua de pan en el día de los difuntos…
  15. ¡¡Si hasta el carnaval incluye huevos y harina en ciertas regiones!! Y qué lindo que se pasa en el Carnaval de Guaranda…
  16. Juntabas sucres para comprarte una cometa o alguna golosina como el Manicho.
  17. Y se te hace agua la boca con pensar en el cacao, las melcochas, las colaciones o un buen helado de paila.
  18. Sabes perfectamente quién es el “Ruiseñor de América” y por lo menos puedes cantar “Nuestro Juramento” completita.
  19. Cuando sabes que debes irte del país ya sea por estudios o para ir a visitar a algún familiar, muchas veces llevas contigo una bandera, unos discos de música ecuatoriana (que incluyen los pasillos o pasacalles para la nostalgia), e incluso alguna artesanía que te recuerde a tu amada patria.
  20. Te enamoraste más del Ecuador después de estudiar su diversidad cultural e histórica con culturas como Valdivia, Chorrera, Machalilla, Huancavilca y Cerro Narrío.
  21. Por sobre todo, guardas mucho respeto hacia Atahualpa y Rumiñahui, y otros personajes como Eugenio Espejo, Eloy Alfaro y Manuela Cañizares.
  22. Cuando eras niño jugabas a la rayuela, al trompo y a las canicas. Además, tienes conocimiento sobre el palo encebado, los ensancados y… ¡el 40!
  23. Sabes quién es “El Loco” y su amor por la guatita.
  24. Y también sabes que Don Alfonso Espinoza de los Monteros es eterno, no por nada rompió un Record Guinness.
  25. Vas por el mundo demostrando cuánto amas a tu lindo Ecuador, y deseas regresar para ver a tu gente que siempre tiene una sonrisa para brindar.



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