Riobamba en el corazón, Gonzalo Brito Coronel
Hasta la segunda década del siglo anterior, Riobamba se perfilaba como la ciudad de mayor desarrollo y crecimiento económico de toda la República. Comerciantes guayaquileños y extranjeros especialmente sirio-libaneses establecieron negocios y almacenes en nuestra ciudad. La actividad comercial era intensa, los acaudalados riobambeños levantaron lujosos palacetes, se construyeron suntuosas ciudadelas y grandiosos monumentos adornaban sus parques. La prosperidad y el desarrollo de la ciudad era asombroso y parecía imparable, sin embargo, una quiebra bancaria sin precedentes arrastró a la ciudad de Riobamba hacia una recesión económica que la postró por décadas. La crisis fue de tal magnitud que se paralizaron importantes obras civiles, otros proyectos ya planificados se suspendieron indefinidamente y lo que es peor muchos comerciantes nacionales y extranjeros cerraron sus negocios y llevaron sus capitales a otras ciudades del país. Poco a poco, familias enteras también abandonaban Riobamba en busca de mejor futuro en Quito o Guayaquil. Media ciudad se puso en venta y el valor de la propiedad inmobiliaria cayó a niveles dramáticos.
Hubo, sin embargo, un grupo de valiosos ciudadanos riobambeños que tuvieron fe en su ciudad, confiaron en ella y se quedaron para sacarla de la postración económica en que había sucumbido. Arriesgaron sus capitales invirtiendo en una ciudad en crisis. De estos insignes caballeros bien vale rescatar la figura de Don Gonzalo Brito Coronel.
Gonzalo Brito Coronel pertenece a una estirpe de emprendedores ciudadanos riobambeños. Su padre Don Fidel Brito Rodríguez era un antiguo comerciante de textiles. Por los años 40 Don Fidel Brito envió a su hijo Gonzalo a estudiar en el Colegio La Salle de Quito en donde obtuvo el título de Contador en 1943. De regreso a Riobamba se dedicó a trabajar en el negocio familiar. En 1954 contrajo matrimonio con la dama riobambeña Judith Ortiz Donoso. En la década de los 60, fruto de varios años de honesto trabajo, Gonzalo Brito levantó el edificio de la Primera Constituyente y Larrea. En este lugar instaló un inmenso y elegante almacén de telas y ropa confeccionada que no tenía nada que envidiar a los grandes establecimientos de Quito o Guayaquil. El Almacén de Gonzalo Brito y Trajes Burton, situados en el centro de la ciudad, que hasta hace pocos años lucía un gigantesco y llamativo letrero de neón, se constituyó en un referente comercial de la Sultana de los Andes.
Don Gonzalo Brito Coronel era un acaballero elegante, culto y de fino trato. Recuerdo que uno de sus virtudes era el don de la persuasión: cuando teníamos el privilegio de ser atendidos por él, siempre nos convencía y salíamos comprando algo de su almacén. Esta exitosa empresa fue también una escuela de emprendedores, muchos de los empleados que aquí laboraron, aprendieron los secretos del negocio e incursionaron posteriormente en sus propias actividades comerciales.
Gonzalo Brito Coronel participó en política. En 1966 se desempeñó como Concejal del Cantón. Activo militante del Partido Conservador Ecuatoriano, en las elecciones de 1970 el pueblo de Riobamba le honró con la designación de Alcalde de la ciudad sacando una amplia ventaja a su principal rival el Dr. Víctor Lobato Vinueza.
De su paso por la Alcaldía de Riobamba se recuerda, la ampliación de la Avenida Daniel León Borja, los trabajos de prolongación de las calles Veloz y Primera Constituyente, la construcción de caminos vecinales en las parroquias rurales de Riobamba. También gestionó los créditos para la ampliación de la fábrica Cemento Chimborazo.
En 1979, fue elegido Diputado alterno por la Provincia del Chimborazo.
Gonzalo Brito Coronel, el exitoso empresario, el político honesto, el caballero respetuoso, merece el bronce perenne del recuerdo en alguna avenida de Riobamba, ciudad a la que contribuyó a salir de su postración económica y en donde falleció el 2 de noviembre del 2009.
- Fotografía: Archivo particular.
- Fuente: Edwin Chávez Medina
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