Casa de Humboldt

¿Qué debes saber?

• Humboldt, nacido en 1769 en Alemania, recorrió numerosas regiones del mundo, entre ellas el norte de Suramérica, donde recopiló todo tipo de datos de su flora y fauna, recursos naturales y clima, entre otros muchos campos científicos. 
• A Quito llegó en 1802, año en el que realizó sus incursiones geográficas por la sierra y en el que se instaló en la vivienda a los pies del Antisana. 
• Con el ruido de un riachuelo como música de fondo y el Antisana en el horizonte, el embajador de Alemania en Ecuador, Joachim Marshall Von Bieberstein, asegura que la casa es un "símbolo". Aquí nació un concepto de naturaleza como "un organismo muy complejo, una idea que después de 200 años sigue vigente”, señaló.
• Como recomendación a los visitantes de la zona, está esta casa modesta cerca del Antisana, donde se encierra parte de la historia de Ecuador sino del mundo.
• En la Reserva de Humboldt, se encuentra una rústica casa en la que habitó hace más de dos siglos el naturalista alemán Alexander Von Humboldt.
• La casa es testimonio del trabajo que Humboldt hizo sobre el sector con una descripción muy detallada de las plantas y de la fauna que había en esa época en el país. 
• Sus estudios sirvieron para que varios ecólogos y ambientalistas pudieran determinar una especie de línea de partida de muchas especies: en dónde estuvieron, a qué altitudes y cómo se comportaban en la época.

Inadvertida para muchos, una pequeña placa en las afueras de esta vivienda da cuenta de la importancia histórica de este inmueble de adobe y una estructura de madera que sirve de soporte al techo de paja.

“Hace 200 años, un día como hoy Alexander Von Humboldt, gloria de la ciencia y verdadero descubridor de América, visitó y ascendió al Antisana para desentrañar sus secretos", reza la ya deteriorada lámina de metal.

Ahora la vivienda se encuentra en un área adquirida por la Empresa de Agua Potable de Quito (Epmaps) que protege el líquido vital que va al sur de la capital ecuatoriana y casi pasa desapercibida. Muchos se acercan a ella más por conseguir una fotografía pintoresca que atraídos por la historia que encierra, al desconocerla.

Lo cierto es que dentro no hay nada especial. De hecho, los pisos y paredes están muy deteriorados, pero después de conocer que allí habitó uno de los grandes científicos del mundo, se percibe cierto misticismo.