Andrea Buste chef de Los Ríos
El legado de una abuela manabita
Su abuelita fue su referente y ejemplo, ella era manabita, y con sus deliciosas preparaciones como la cazuela, los bollos, tortas de verde y yuca, los muchines, fue enamorando el alma de esta artista culinaria.
Su nombre: Bella rosa, ella le dio uno de los regalos más bellos que un ser humano le puede dar a otro: le enseñó la belleza de la vida, a través de los sabores y Andrea tomó ese regalo y lo honra a diario.
Decidió que la gastronomía sería parte de su vida desde los 9 años, fue como una divina premonición. Como si desde otras vidas le dictaran que en esta cumpliría su sueño.
Ella estudió la universidad, luego estudió gastronomía, porque durante toda su vida la cocina ha sido importante, se ha concentrado en trabajar las recetas tradicionales y llevarlas a un nivel más tecnificado y balanceado, como la alta cocina lo demanda.
Andrea admira mucho al Chef Marco Jácome, siempre lo recuerda con gran afecto, nos dice que ha sido como un ídolo, porque le enseñó muchísimo.
Rescatando los sabores del Ecuador desde la docencia
Ella identifica mucho al Ecuador con el café, el cacao, sus aromas y sabores. Le encanta trabajar con el cacao fino de aroma, ese que nos ha hecho famosos en todo el mundo y que acá lo tenemos sin explotarlo todo lo que se podría.
Andrea ha aportado a la gastronomía ecuatoriana desde la docencia. Enseña actualmente en una escuela de gastronomía, y lo hace para poder sembrar la semilla de nuevos y valientes cocineros que sepan jugársela por nuestros sabores, por nuestra identidad y cultura. Ella es feliz haciéndolo, sabe que cada día es un reto nuevo, porque a la vez que enseña también aprende. Enseña a sus alumnos la valía de los productos ecuatorianos y les conmina a utilizarlos y tratarlos con respeto a ellos y a quienes los producen.
Ella sueña con ver a nuestra gastronomía, a nuestras recetas, platos y productos en todo el mundo. Sabe que la competencia es dura, porque hay gastronomías que han estado luchando por posicionarse desde hace muchos años y lo han logrado, y que todo es un proceso, pero que lo podemos lograr.
“El encanutado” es un plato que se hace con bocachico (un pez de río), para el que se hace un refrito de maní y es cocido en un canuto de caña envuelto en hoja de verde, puesto al carbón.
Sin duda este plato tiene un sabor único, puesto que su proceso de preparación y cocción rememora las técnicas ancestrales y recoge productos típicos de la zona costera del Ecuador.
Andrea les dice a los gestores de la gastronomía nacional que la gastronomía es un portal muy amplio en el que necesitan tener amor por nuestra identidad, raíces y nuestra cocina. Es un arte que demanda inspiración, y que mejor si en esa inspiración están nuestros productos, cultivados y cosechados por manos ecuatorianas. Esa también es una forma de apoyar nuestra gastronomía, consumiendo nuestros productos, apoyando a nuestros productores.
Apoyó en el libro Cocina Orígenes de América con las receta de:
- Bollo de Cerdo
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