Hostería Mama Rebeca
Esta casona edificada con muros de adobe y tapia pisada, de 30 centímetros, se distribuye alrededor de un patio principal que gobierna el interior de la casa, donde la luz y el aire fresco acompañan a diversas plantas como: orquídeas, violetas y geranios.
Hace más de 100 años, doña Rebeca Garrido Lara y su esposo, Sergio Pozo, construyeron este caserón. Ahora su hija María Beatriz Pozo conserva esta vivienda que evoca la historia, cultura y tradición de Tumbabiro.
En esta casa existen aún características arquitectónicas de antaño como maderas de calidad con tallados singulares, azulejos decorados, pisos artesanales, herrería artística y elementos que rescatados y convertidos en nuevas decoraciones.
A sus 70 años, esta maestra jubilada recuerda que su madre era la matrona de la parroquia y siempre recibía a varios visitantes en su casa. “No les cobraba nada pero ellos regresaban para darle algún presente desde floreros, vajillas, manteles bordados, cedazos y varias cosas para decorar la casa”.
Tras la bienvenida al lugar, su esposo Abdón Calderón, acompaña a cada visitante a la habitación, en la que hay lámparas elaboradas con antiguas planchas de carbón, basureros fabricados de bombonas de gas, cómodas antiguas con diseños de marquetería y lámparas de queroseno que todavía funcionan y hacen de este lugar un espacio acogedor.
Uno de estos lugares es La Hostería Mama Rebeca, ubicada en la calle Sucre, arteria principal del sector. Esta casona edificada con muros de adobe y tapia pisada, de 30 centímetros, se distribuye alrededor de un patio principal que gobierna el interior de la casa, donde la luz y el aire fresco acompañan a diversas plantas como: orquídeas, violetas y geranios.
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