El tren más lindo del mundo
¿Qué debes saber?
Las rieles del ferrocarril tienen ya 105 años. Atraviesan 447 km de la geografía ecuatoriana y sobre ellas, el Tren Crucero, asciende hasta algo más de los 3600 msnm, "raspando el cielo", para descender hasta la gran cuenca del Rio Guayas, en la estación de Durán, a nivel del mar.
Este recorrido está matizado por mágicos recovecos, históricos sitios, sobrecogedores paisajes. El tren está por partir. A principios del siglo 20 el Ecuador vivía al borde de la separación interna.
Las guerras políticas por el dominio del país, abonaban más a la separación geográfica que de por sí existe entre el puerto principal, Guayaquil, con la capital, Quito. Entonces había que unificar el país. Acercarlo entre las ciudades. El presidente Alfaro decide la construcción del Tren más hermoso del mundo.
Si bien es cierto, el ferrocarril ya operaba en un trayecto muy corto en la provincia del Guayas, no fue sino hasta 1908 en que la primera locomotora cruzó los Andes, luego de una impresionante obra de ingeniería que en su momento fue calificada como "la más difícil del mundo" pues ningún ingeniero creía posible superar tal obstáculo natural.
Hoy el nuevo Tren de Lujo o Tren Crucero es una excelente opción turística para explorar los diversos paisajes, la historia viva del país y sus ecosistemas. En un viaje de menos de una semana se vive una experiencia inolvidable a bordo del ferrocarril.
Marcel Perkins, gerente general de Latin Trails, asegura que es un "excelente producto que ofrece variadas ofertas (paquetes) que van desde 1 día y una noche hasta 4 días y 3 noches; tienen precios fijos, cuenta con guías especializados y los servicios son de primera".
El estilo del tren realza la identidad ecuatoriana ya que sus cuatro coches están ambientados con diferentes motivos que van desde la época Colonial hasta la Republicana. En cada uno de ellos tiene conexión a internet, servicio eléctrico, música, climatización, servicio de bebidas y de alimentos.
Durante el trayecto los turistas pueden recorrer históricas haciendas de valor patrimonial hoy convertidas en hermosos hoteles campestres de lujo en donde se hospedan los viajeros; también pueden darse encuentros con comunidades indígenas que poseen una cosmovisión propia de cada lugar.
Será un momento único para comprender a los otros y también para reencontrarnos internamente. El viaje es una experiencia sin igual, pues entre los bellos parajes, el tren transita cerca de los refugios silvestres de los parques nacionales.
Para Celeste Cevallos, gerente de Galacruises Expeditions, el "Tren Crucero" es uno de los productos estrella que se está posicionando en el mundo como un producto innovador que llama la atención no solo por la amplia y variada oferta turística, sino porque, además, el tren se ha convertido en una herramienta de progreso para el país y fundamentalmente para los pueblos que por años permanecieron aislados.
Viviendo con el diablo El trayecto desde los Andes hasta el Pacífico, exhibe atractivos naturales como el Cotopaxi, el Chimborazo o la enigmática Nariz del Diablo, donde el turista se maravillará de una excepcional obra de ingeniería, única en el mundo, por la forma peculiar de zigzag, para superar la montaña.
Las sólidas rocas y los precipicios profundos son parte del paisaje de la avenida de los volcanes. Los turistas se asombran con la maniobra audaz que realiza el maquinista al ascender y descender de la montaña por escalones en zigzag, que durante su construcción cobró la vida de cientos de obreros, según relata la historia.
Muchos perecieron por mordeduras de víboras: enfermedades hoy superadas o por el riego que supuso trabajar junto a los abismos. Algunos obreros que renunciaban contaban historias de aparecidos, de mutilados y de enfermedades desconocidas que azotaban a los jornaleros.
La muerte del propio hermano del constructor, por una enfermedad intestinal, creó el ambiente propicio para imaginar historias. Quizás eso acrecentó la fama del sector y la simple forma de nariz, se pudo haber convertido en la tenebrosa "Nariz del Diablo", por la tragedia y dificultad que conllevó su construcción.
Las rutas para escoger Si se viaja de Quito a Guayaquil, el primer tramo es de 78 km desde la estación de Chimbacalle, en la capital, hasta Lasso, en la provincia de Cotopaxi.
El crucero comprende también actividades complementarias como una visita al Parque Nacional Cotopaxi y un almuerzo en la hacienda San Agustín del Callo, ubicada en las laderas del volcán Cotopaxi.
La hacienda guarda un gran valor histórico pues fue un tambo inca, es decir una zona de descanso indígena y luego un convento de la orden de los Agustinos que alojó a los miembros de la Misión Geodésica Francesa que llegaron a medir el arco del Meridano en el siglo 18. La Misión dio origen al Sistema Métrico.
El tren tiene varios nombres por las rutas que recorre como "Tren del Hielo", "Tren de la Dulzura" o el "Tren de la Libertad" entre otros. Así uno puede visitar y conocer al Ecuador desde una perspectiva única, con todas las comodidades, pero también con todo el esplendor añejo de un periodo que creyó profundamente en la unidad nacional, como el único camino para el desarrollo y la superación del separatismo.
En total el trazado del ferrocarril comprende más de 900 kilómetros. Tiene varias rutas para escoger e incluso, puede decidirse por etapas del trayecto.
Reconocido a nivel mundial este increíble viaje ha logrado que el Gremio Británico de Escritores de Viajes lo reconocieran como el mejor producto turístico fuera de Europa. Por ello, con gran orgullo para Ecuador el Tren Crucero compite por "Mejor Destino de Trenes en Sudamérica" en los premios World Travel Awards, considerados como los Premios Oscar de Turismo.
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