Bucay
Con calorcito para los que llegan de la Sierra y con un poco de frío para los que llegan de la Costa, en un lugar privilegiado de nuestro territorio, resguardado por las frías aguas del a veces ruidoso e impetuoso río Chimbo, ahí, a 99 kilómetros de la ciudad de Guayaquil, encontramos a Bucay. El punto de encuentro de cinco provincias: Guayas, Los Ríos, Bolívar, Chimborazo y Cañar.
Recorriendo sus vecinales calles, puede encontrar la más variada oferta gastronómica, todo está en que se deje tentar por la rica fritada con maduro o por el seco de gallina eso sí, acompañado del arroz colorado. O la guatita con el maní molido en piedra o el yapingacho. El hornado o el pescado frito, todo esto junto en un sólo lugar llamado Bucay.
Bucay, la tierra de las 18 cascadas, del bosque húmedo, tierra de las grandes montañas, de ríos y esteros es también el hogar para un grupo Shuar, pueblo amazónico que se estableció en las cercanías del río Limón y que conserva las costumbres y tradiciones de sus ancestros.
Usted puede elegir cómo llegar a este paraíso de nuestro Ecuador multicolor, puede llegar en bus o en tren. Nuestro consejo, pues debe darse el gusto de subirse al Tren Crucero, el ferrocarril de Alfaro que lo espera para llevarlo en un recorrido mágico por las montañas de nuestra serranía, por paisajes exhuberantes, por tierras de gente cálida y amable. En la estación del ferrocarril empiece el recorrido por el galpón donde podrá admirar el arte de nuestros artesanos en sus tejidos, esculturas, pinturas, cerámicas, madera.
Y para los que gustan de los deportes extremos, las aguas rebeldes del río Chimbo son las mejores para el raffting, kayac y boyas.
Para los más tranquilitos una caminata por el malecón de Bucay, para desestresarse, bajo la sombra de las largas palmeras que se abanican al son de la brisa.
Otro de los lugares recomendados en este cantón son las cascadas. La de Piedra Blanca es una de las más hermosas, se llega a ella caminando, a lo largo y estrecho de un sendero empedrado.
La experiencia de llegar a la caída de estas cristalinas y frías aguas merece el esfuerzo. Aproveche y dese un "regaderazo" para recargar las pilas con la buena energía que emana de las aguas de Piedra Blanca.
Y le contamos que Bucay no solo es famoso por su estación del tren, por su malecón, por sus cascadas, por lo variado de su gastronomía sino también por su "canta claro". Un aguardiente típico de la zona, que lo dejará como su nombre mismo lo dice "cantando claro". Eso sí, aquí la recomendación es que no se exceda con este aguardiente. Como dice una amiga mía, por cultura general hay que probarlo. Y por supuesto comprar una botellita de este aguardientico azulado para llevarle de souveniers a los amigos.
Este fin de semana, para el feriado o para esas tan necesarias vacaciones en familia, recuerde que este lugar de ensueño donde se junta la primavera andina con la brisa tropical de la costa, este lugar mágico llamado Bucay lo está esperando.
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