Chantilín
El origen de la actividad del Saquisilense y en particular del Chantileño, -comerciante por excelencia- desde estos albores de los pueblos primitivos los habitantes de este sector de la Patria ya tenían inclinación por el comercio, de allí que, con el pasar de los siglos y las generaciones se fue profundizando este accionar hasta convertirse en su forma de vida que a pesar de lo dura y riesgosa que era se mantuvo tenaz en su empeño, lo que ha permitido de que en todos los rincones del Ecuador hayan Saquisilenses y Chantileños que en su mayoría son prósperos ciudadanos.
Estas tierras milenarias fueron conquistadas por el gran imperio del sur, el Imperio de los Incas y siendo Atahualpa el Inca emperador del Tahuantinsuyo, llegan los Españoles y colonizan estos territorios a nombre de los Reyes Católicos de España, iniciándose el período Colonial.
Este período es el que marca la existencia de Chantilín ya que su nacimiento se supone ser fruto de la presencia del español, por cuanto las posesiones indígenas en el bajío o llanura son abandonadas ante la presencia de un nuevo conquistador, más temible y temerario, que los obligó a refugiarse en los páramos y sitios agrestes a donde no llegaban los caballos del blanco extranjero.
Esta suerte de abandono de sus heredades, hacen que surjan pequeños asentamientos poblacionales orientados y regentados por los españoles criollos y mestizos que los acompañaban, según la heráldica, fácilmente podemos deducir la presencia de apellidos de origen castizo como Martínez, Carrera, Corrales entre otros, sin dejar de lado los apellidos indígenas que los había y existen hasta la actualidad aunque no se hayan conservado las costumbres, lengua, y en si la propia identidad de raza, ya que han sido suplantados por la del conquistador, es así que conformada por este mestizaje surge el caserío inicialmente con el nombre de Chantihuan, terminología cuyo origen aún está en estudio, para con el pasar del tiempo adoptar el nombre de Chantilín. Que viene de Chapanta -espacio grande de potrero-. Rodea a Chantilín un gran pantano que era fuente de agua para consumo humano y abrevadero de animales así como área común de pastoreo de ganado vacuno, ovejas, chivos, caballos mulares y asnos que eran serviciales para el sustento de los chantileños, en las partes circundantes al gran pantano se cultivaban forrajes como alfalfa, maíz, papas, fréjol entre otros productos agrícolas, los mismos que servían para el consumo propio y los excedentes se comercializaban a través del trueque con otras comunidades y poblaciones aledañas cercanas y lejanas; lo que de alguna manera va marcando en la personalidad del chantileño la habilidad para negociar y posteriormente dedicar la mayor parte de su tiempo al comercio. Ya en la era Republicana surge la necesidad de organización y este conglomerado pugna por organizarse. Con la presencia de las recordadas misiones andinas o también la presencia de los Padres Redentoristas se toma más en serio esto de surgir como comunidad y es así que se dan los primeros pasos para dar el aspecto físico de lo que es un pueblo, surge la necesidad de planificar la distribución urbanística del centro poblado: construir calles, una plaza, la Iglesia, las canchas deportivas, etc., en donde familias desprendidas contribuyen para tal efecto, reconociendo entre ellas a las familias Venegas, Freire, Martínez, Corrales, Delgado, Carrera entre otras, para allá por la década de 1940 iniciar en la consecución de este anhelo.
Lo anteriormente expuesto surge como necesidad ante la inminente cantonización de Saquisilí en la que tuvieron participación activa muchos Chantileños, que a la hora de la verdad están inscritos sus nombres en el listado de ilustres constructores de la Cantonización de Saquisilí, es por esto que el año de 1943 marca el inicio de un nuevo Saquisilí y por ende Chantilín, ya que es la primera parroquia Rural, por cuanto la misma administración pública al estar más cerca fue denotando las acuciantes necesidades de la población y en conjunto con el pueblo ir buscando soluciones duraderas. Para cada logro ha sido necesario el empeño de todos los Chantileños, su participación activa a marcado el derrotero de progreso, pero es menester manifestar que falta mucho por hacer especialmente en el trato a la persona humana porque de nada sirven las obras físicas si el espíritu del Chantileño está por los suelos y no siente la necesidad de unirse, de arrimar el hombre para juntos salir adelante, y vencer los obstáculos que permiten las diferencias sociales fruto de la desigualdad económica.
OTROS DATOS HISTÓRICOS
De tiempos inmemorables de la era pre incásica existieron comunidades con asiento a lo largo del humedal grande que va desde Buen día hasta las riveras del río Pumacunchi en una extensión de sobre las doscientas hectáreas, asientos poblacionales que sobrevivían del pastoreo de ganado vacuno y lanar así como del cultivo de maíz, cebada, arveja, fréjol en sus pequeños fundos con lo cual tenían para su alimentación y los excedentes comercializarla para completar los productos de su dieta.
A través del trueque conseguían la sal, especias y panela. Ya en la vida republicana las familias asentadas por estos lares sienten la necesidad de ir juntándose en torno de una organización y nace la población con el nombre de CHANTIHUAN que significaba pueblo ingente (pueblo grande) para con el pasar del tiempo llegar a ser el CHANTILIN que todos conocemos que viene de CHAPANTA que significa espacio grande de potrero Cabe resaltar la presencia de las Misiones de los Padres Redentoristas quienes inculcaron un grado de organización tal que permitió la participación mayoritaria de los habitantes en torno a la fe buscando una presencia social, consiguiendo de esta manera posicionar a Chantilín dentro de Saquisilí para con el advenimiento de la Cantonización sea considerado su ascenso a Parroquia.
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