Ciclismo Ruta El Chaquiñán de Tumbaco
¿Qué debes saber?
- Actualmente esta ciclovía de 20 kilómetros de camino es un atractivo, no solo para quienes residen en Tumbaco, sino en todo el Ecuador y el mundo.
- Es una de las rutas más conocidas y tradicionales de la ciudad de Quito.
- Antes de ser intervenida y adecuada de manera formal, ya era utilizada por los ciclistas, conocida bajo el nombre de 'El Muerciélago', porque existían colonias de estos animales que se encontraban en los túneles que tiene la vía.
- El Chaquiñan es un lugar muy visitado por gente de todas las edades, es una ruta de ciclismo sencilla, no presenta elevaciones muy pronunciadas ni desniveles técnicos en su recorrido.
- Sin embargo por la longitud de la misma, es recomendable que la persona tenga experiencia previa en recorridos de dos horas en bicicleta.
- Forma parte de las rutas ciclísticas de montaña de Quito.
Tramo
- Empieza en Cumbayá donde continúa hasta Tumbaco y termina en Puembo. Comprende 7 paradas o portales distribuidos a lo largo del trayecto. Lo que hace al Chaquiñán un atractivo turístico es que cruza por el rio Chiche donde se puede descansar y admirar la paz del lugar, eso sin contar que cruza una serie de 3 túneles en total oscuridad antes de llegar al final, características que son de agrado para quienes visitan la ruta del Chaquiñan. Durante el trayecto se puede tener una extraordinaria vista del rio Chiche y los alrededores. En general, el Chaquiñán es un atractivo genial para quienes quieren olvidar el estrés de la ciudad y entrar en contacto con la naturaleza mientras hacen deporte.
- En la actualidad existe el proyecto para alargar el recorrido del Chaquiñan desde Puembo hasta la
- parroquia de Checa hacia el oriente, y por el occidente desde Cumbayá hacia el sector de Luluncoto en el sur de Quito.
- Tiene intersecciones con vías carrozables, con señalización en la vía. Se recomienda circular con la
- debida precaución en estos lugares. La entrada es gratuita y su horario de funcionamiento es desde las 6:00 am hasta las 18:00 pm de lunes a domingo.
- Uno de sus mayores atractivos es cruzar los túneles en completa oscuridad, con una mayor sensación de aventura al recorrido. Se recomienda, si es primera vez que realiza este recorrido, llevar una linterna para este tramo. En todo caso, se puede recorrer a pie este tramo cuya extensión no excede de los 500 metros y recibe luz natural gracias a que existen 3 miradores para tomar fotografías o sencillamente disfrutar del paisaje.
- La altura mínima de la ruta es de 2385 metros sobre el nivel del mar (puente del río Chiche), mientras que la altura máxima a es de 2434 msnm (Portal La Lomita – Puembo).
El Chaquiñán, una conexión con la naturaleza
Sobre una cómoda silla de madera, ubicada dentro del mirador con vista al río San Pedro, Carla Arosemena cuenta que todos los días sale a trotar en este circuito. Lo hace en las mañanas, durante una hora. Recorre un trayecto aproximado de tres kilómetros. Para ella es una suerte de bendición poder contar con un espacio natural a pocas cuadras de su casa.
El aroma de las flores, el cantar de los pájaros y la tranquilidad que ella siente al establecer una conexión con la naturaleza es lo que vuelve única la experiencia de recorrer la ruta ecológica El Chaquiñán, ubicada en las parroquias Cumbayá, Tumbaco y Puembo. Gorriones, mirlos y colibríes se cruzan a lo largo del trayecto que, inicialmente, llega a los 35 kilómetros.
El marco natural lo componen especies como algarrobos, eucaliptos y alisos. Un valor adicional constituye su clima cálido que se lo va sintiendo a lo largo del descenso.
El paisaje rural aún sobrevive a lo largo del recorrido. Todavía se pueden ver las tradicionales haciendas de la Sierra con aquellas casonas, construidas con ladrillo, adobe y teja. Pero cada vez son menos, ya que, al igual que los cultivos, van cediendo espacio a las urbanizaciones que reducen las áreas verdes.
Esta ruta, un camino vecinal que no llega a los dos metros de ancho, va desde el portón de Cumbayá hasta el portón de Los Arrayanes, en Puembo. Por el tipo de suelo, mayoritariamente piedra y tierra, también es un espacio ideal para el ciclismo de montaña. Sin duda lo poco que queda de la infraestructura del ferrocarril, túneles y rieles, lo marcan como escenario único.
En la ruta existen siete portales donde el visitante puede hacer uso de asistencia mecánica, servicios higiénicos, teléfono y primeros auxilios. Para Carla Arosemena, tener la posibilidad de contar con estos servicios hace placenteros los minutos que pasa en lo que llama su ‘verdadero mundo’.
No menos de 100 personas, en su mayoría familias, utilizan a diario este espacio del Distrito. Los fines de semana, la cifra se triplica. Ya es un espacio familiar en el que el ejercicio marca la rutina. Ciclistas, atletas o simplemente caminantes van ‘armados y equipados’ con bebidas y cucayos de todo tipo, y hacen lo que más quieren: compartir con la naturaleza.
Por esta razón, en el 2012, el Concejo Metropolitano de Quito la declaró Patrimonio Natural del Distrito.
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